La dolorosísima derrota del Sevilla en el Camp Nou, cuando ya acariciaba la final de la Copa del Rey en el Estadio de la Cartuja, sigue coleando. Desde Barcelona se está aireando una presunta discusión entre los directivos del Sevilla y futbolistas del Barcelona, que el club de Nervión rechaza rotundamente por "falsa", según ha hecho saber la entidad a este diario.

La polémica viene suscitada por lo que el el periodista Sique Rodríguez de la Cadena Ser ha comentado este jueves, en la resaca del partido, en el programa televisivo El Golazo de Gol. Según su versión de los hechos, "después del partido Monchi y Pepe Castro bajaron al túnel de vestuarios y tuvieron una bronca con Messi y Pepe Costa", una especie de acompañante o edecán del argentino. "Siempre ganáis igual", es la frase que les imputan, a lo que, según el diario Sport, algún futbolista, sin especificar, les contestó: "Os vais a calentitos a casa".

💣 Informa @SiqueRodriguez 💥 "Después del partido Monchi y Pepe Castro bajaron al túnel de vestuarios y tuvieron una bronca con Messi y Pepe Costa"🔴⚪️ "Siempre ganáis igual..."🔵🔴 "Os vais calentitos a casa..."#Golazo pic.twitter.com/vqnKZyzFH2

— El Golazo de Gol (@ElGolazoDeGol) March 4, 2021

En el Sevilla niegan la veracidad de esta presunta discusión y además entienden que se rompe el código del fútbol de que lo que pasa en el campo se queda en el campo. Máxime cuando la presunta discusión tuvo lugar en un sitio al que no tienen acceso los periodistas y, en teoría, es terreno exclusivo para futbolistas y técnicos.

El final del partido, el desenlace tan bipolar, la euforia azulgrana frente a la crudeza blanquirroja, con alguna polémica arbitral por medio -aunque no fuese achacable a Sánchez Martínez la responsabilidad de la eliminación sevillista-, invita a pensar que pudo haber algún cruce de declaraciones altisonantes, aunque tras el encuentro se pudo ver a Messi hablando amigablemente con Papu Gómez.

Desde el Sevilla rechazan de plano la veracidad del contenido de este presunto cruce de palabras, que, en el caso de que hubiera sido cierto, sólo podría escandalizar a personas con la piel excesivamente fina y una moral frívola, artificial y biempensante, mojigata en definitiva y alejada de la naturalidad de la competitividad. Una absurda polémica, propia de estos azarosos tiempos de redes sociales e hipocresía. Aunque ya nada es sorprendente...