El verano va a ser largo en cuanto a rumores, bulos y hasta chismes futbolísticos. La era internet, con sus bonanzas, conlleva ese peligro inherente a su esencia de comunicación inmediata, sin margen para el mínimo análisis reflexivo, el contraste de la información o la pura aplicación de la lógica básica. Banega, como ya avanzó este diario, cuenta para el Sevilla como un bien patrimonial que sólo saldría si llegara una oferta irrechazable, pese a que le queda sólo un año de contrato: si no renueva, la mejor opción es amortizarlo en el césped. Nada nuevo bajo el sol de Nervión.

Últimamente, ya apagado el fuego de la irrisoria oferta de Boca Juniors de 4 millones de euros, se ha avivado la llama de que el Galatasaray no sólo ha tentado al futbolista, que puede ser, sino que ha llegado a un acuerdo con el Sevilla para su traspaso. Y esto es rigurosamente falso, según ha podido constatar este diario, al menos, hasta el día de hoy. A Nervión no ha llegado ningún acercamiento, ningún intermediario ha preguntado por las condiciones de Banega.

Es cierto que Banega ha sido tentado por el Boca Juniors, incluso Burdisso habló de una negociación lenta como todas las repatriaciones de argentinos tras su paso por Europa. Pero el club xeneize no tiene posibilidades económicas reales para hacerse con un futbolista de la cotización del mediocampista sevillista.

Y lo mismo se puede decir del Galatasaray, pese a que disputa la Champions. Al menos en los números que están aireando los medios digitales de Turquía. Entre otras cosas, porque Banega sólo pediría al Sevilla oír alguna oferta si esta convenciera de verdad a las partes y fuera un club con mayores altas deportivas que el propio Sevilla.

El futbolista se encuentra muy asentado en la ciudad junto con su familia. De moverse, lo haría a un ámbito confortable para él y su familia, como podría ser Buenos Aires. Y por ahí surgió la opción de Boca, equipo con el que ganó la Copa Libertadores en 2008, como titular en la final ante Gremio (3-0), antes de dar el salto a Europa vía Valencia.

Pero, a sus 31 años, que cumple el próximo 29 de junio, el mediocampista quiere exprimir su fútbol en Europa, en el Sevilla, si no llega una oferta con aspiraciones más altas deportivamente para el jugador y, sobre todo, que fuera rentable para el club. Pese a que cumple contrato en 2020 y su renovación está estancada, no parece que 4, 5 o 7 millones sean rentables para el Sevilla por un jugador de su valía, por lo que costaría buscar un sustituto.

Esto último es pura lógica. Que el Galatasaray haya preguntado al Sevilla por las condiciones de salida de Banega es absolutamente falso, según ha podido constatar Diario de Sevilla. Así pues, la amortización en el césped, si no renueva, parece lo más lógico. Si no llega esa oferta que convenza a todos...