El partido del Sevilla | Análisis

No perder la batalla de los minipartidos

  • El Sevilla se desconectó en franjas de tiempo y de espacio, pero reaccionó

Informe táctico.

Informe táctico. / Departamento Infografía.

Hace sólo unas semanas circulaba por las redes sociales una frase de Paco Seirul.lo, el verdadero gurú del modelo Barça, destacando la importancia capital de los juegos en espacio reducido en los entrenamientos para que los futbolistas puedan entender luego un partido en su conjunto. A menudo éstos, dependiendo del espacio y del número de jugadores, reproducen situaciones reales que se dan en determinados metros dentro de un partido, en la banda, en el centro del campo... y un buen equipo debe saber dominarlos todos porque a lo largo de los noventa y tantos minutos que dura un partido se van a dar seguro. Igualmente, también estos juegos en franjas de 8, 10, 12 minutos... deben ayudar a que un equipo mantenga la concentración porque el rival lo va a llevar en determinadas fases a otro minipartido distinto al que uno quiere jugar.

Y eso le pasó al Sevilla de Lopetegui ante Osasuna. Dominó y ganó varios minipartidos, sobre todo en la primera parte, pero no supo manejar otros que se dieron en fases de la segunda, en los minutos del 60 al 75 aproximadamente y en los metros en los que, sin Fernando, cayeron en picado el físico de Óliver Torres y Franco Vázquez.

Defensa

Lopetegui volvió a su esquema habitual, el que lo relanzó en el inicio de temporada, ese 1-4-3-3 que le da protagonismo a los laterales y a los extremos por dentro, pero la pieza clave del puzle, Fernando, se rompió y por ahí el Sevilla empezó a perder el sitio. El sistema defensivo sufrió incluso con un hombre más que el rival por una cuestión física –faltó musculo en un momento dado en la zona ancha–, algo que se agrava con la psicosis y los nervios que van de la grada al campo y del campo a la grada.

Ataque

En la primera mitad fue el Sevilla reconocible de la primera vuelta. Con Ocampos en su sitio, Jesús Navas volvía a aparecer y Escudero también le daba sentido a la vuelta al dibujo inicial, esta vez buscando el espacio y no el poste con el cambio de En-Nesyri por De Jong. Óliver Torres le dio dinamismo a las transiciones y el Sevilla enjaretó la mañana relativamente pronto.

Pero después, tras la expulsión de Herrera se produjo la desconexión (entre mental y física) y ya el Sevilla no la recuperaría hasta los minipartidos finales, con Suso como activador del juego de ataque y la insistencia de Jesús Navas por la derecha.

Virtudes

Pese al enfado general de la grada, seguro que con razón, el Sevilla hizo cosas buenas y probablemente por eso ganó el partido. Anuló a su rival durante toda la primera parte y tuvo acierto en la finalización.

Además, después del paréntesis en que el Osasuna se le subió a las barbas y le empató, supo reaccionar con cabeza y logró embotellarlo en los 15 minutos finales más los ocho de descuento.

Talón de Aquiles

Otra vez la defensa de 5-6 jugadores en zona en la estrategia costó caro y metió al rival en el partido.

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