75 años del mayor hito del Sevilla en su historia

Sevilla FC | Historia

El 31 de marzo de 1946 el equipo entrenado por Ramón Encinas y liderado por Juan Arza se proclamaba campeón de Liga en Las Corts con un gol de Araujo

El Sevilla recibió el título en Nervión 7 días después en un amistoso ante el Granada.
El Sevilla recibió el título en Nervión 7 días después en un amistoso ante el Granada. / Archivo Ruesga Bono
Jesús Alba

31 de marzo 2021 - 13:07

Posiblemente deba ser la efemérides más importante en la historia del Sevilla. Habrá títulos, muchos gracias al crecimiento que ha experimentado la entidad en el presente siglo, pero ninguno alcanza la dimensión de un campeonato de Liga. El club nervionense celebra este miércoles las Bodas de Platino de su único título liguero, 75 años de un hito imborrable -y también incomparable- en la historia de la entidad.

El 31 de marzo de 1946 en Las Corts (Barcelona), el Sevilla se proclamaba campeón de Liga tras empatar (1-1) con el equipo azulgrana. Un gol de Juan el Pato Araujo a los siete minutos de juego que después igualaría Bravo fue suficiente para que los de Ramón Encinas se proclamaran los reyes del balompié nacional.

Arza, que acabó como pichichi con 29 goles, ya había avisado al Barcelona con un disparo que repelió el meta Velasco, pero a los siete minutos de juego Araujo conectó un cabezazo tras un centro a media altura de López que daba una ventaja valiosa a los sevillistas, a los que les valía el empate para ser campeón ante un rival que también tenía opciones. El Barcelona tenía 34 puntos, uno menos que los blancos.

Con el 0-1 se llegó al descanso, pero el asedio culé se esperaba en la segunda parte, donde, efectivamente, el equipo entrenado por Samitier se volcó sobre el área sevillista. El extremo zurdo Bravo logró la igualada en el minuto 63 y buscó con ahínco la remontada ante un equipo que sacó a relucir su casta y pundonor y que soportó las acometidas de los locales. Al final, los nervionenses aguantaron y estallaron de júbilo al pitar Pedro Escartín el final. Los llantos, los abrazos y las risas fueron la nota común en una vuelta al campo ante el reconocimiento del público de Las Corts, que despidió con una ovación cerrada a los campeones y reconoció así su espíritu de lucha.

Ramón Encinas, con lágrimas en los ojos, estaba contagiado de la euforia a la hora de elogiar a los suyos. "Se lo merecen todo; han dado una lección de caballerosidad deportiva y de amor a sus colores. La afición del Sevilla puede estar orgullosa de ellos".

El presidente de la entidad, el marqués de Contadero, también confesó sentirse emocionado por la gesta: "Han jugado como auténticos jabatos".

Aquel histórico día se aliearon Busto; Joaquín, Villalonga; Alconero, Antúnez, Eguiluz; López, Arza, Araujo, Herrera y Campos.

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