El equipo juvenil del Sevilla, que había conseguido eliminar al Real Madrid en cuartos de final en la tanda de penaltis, cayó ayer en semifinales ante el Villarreal por 3-0 y se despide del sueño de disputar la final de la Copa de Campeones de Liga en Balaídos, donde había conquistado el título en 2013.

El equipo de Alejandro Acejo encajó dos goles muy pronto en la primera mitad y después cuando reaccionó no estuvo fino ante la portería rival, donde se encontró además con un acertado Jorgensen, meta de los amarillos.

El gaditano Fernando Niño adelantó al equipo castellonense tras una jugada por la derecha antes del cuarto de hora y apenas diez minutos más tarde un error en la entrega de Pavón lo aprovechó Baena para batir de nuevo a Alfonso de un duro disparo.

El 2-0 fue una losa muy pesada para los nervionenses, que, no obstante, se acercaron bastante en la segunda mitad a las inmediaciones de la portería rival, pero la falta de puntería no permitió que en ningún momento el Sevilla se metiera en el partido. Luismi y Zarzana tuvieron ocasiones para marcar, pero se encontraron con el acierto de Jorgensen. El Villarreal dio la puntilla en el descuento en un contraataque que culminó Arana para certificar el pase a la final, que disputará ante el Zaragoza tras la victoria de los maños ante el Celta en su estadio (0-2).

El Sevilla tiene la oportunidad de sacarse la espina en la Copa del Rey, competición que se disputa a partir de cuartos de final a doble partido y en la que los de Acejo tendrán al Levante como rival. Los duelos serán en mayo (19 y 26) con la vuelta en Sevilla.