No está todo hecho. Si los más optimistas creían que la salvación ya era casi una realidad con el acelerón que el Sevilla ha dado en el último mes (los de Quique fueron el segundo mejor equipo de la Liga en las últimas cinco jornadas tras el Barcelona), el Cádiz se encargó ayer mismo de demostrar que es una grave imprudencia bajar la guardia. El equipo amarillo, durante muchas jornadas la referencia clasificatoria de los de Quique Sánchez Flores al marcar el primer puesto de la zona de descenso, venció claramente con un 2-0 al mismísimo Atlético de Madrid, dándose un gran baño de moral y apretando de nuevo las diferencias.

El colchón de ocho puntos que los nervionenses tenían sobre el equipo de Mauricio Pellegrino tras el triunfo sobre la Real Sociedad, ha menguado de golpe con el resultado registrado en la tarde del sábado en el Nuevo Mirandilla. El Cádiz sigue marcando la línea roja del descenso, pero reduce distancias y la renta que le queda al Sevilla es ahora de cinco puntos. Como para relajarse.

La temporada ha enfilado el tramo final y el último tercio de la Liga marca los objetivos de cada cual. Y aunque una serie de partidos complicados a priori para el Sevilla se saldó con un excelente balance, los de Quique tienen que volver a apretar. En cinco jornadas con duelos ante Rayo Vallecano, Atlético, Valencia, Real Madrid y Real Sociedad los de Quique sumaron 10 puntos de 15 cuando se esperaban menos, pero el Sevilla no puede detenerse ahí.

Mañana lunes en la visita al colista tiene la ocasión el equipo hispalense de volver a poner las cosas como estaban respecto al Cádiz antes del triunfo de los gaditanos sobre los de Diego Simeone. Se mantendrían los 8 puntos de diferencia, pero para eso hay que ganar en el Power Horse Stadium. Y no será fácil. Aunque los indálicos son los colistas de la categoría y aún no han ganado ningún partido, aquí nadie regala nada. En su estadio han sumado 7 empates junto a las 6 derrotas que figuran en su casillero rojo.

En ningún caso, y menos tras el triunfo inesperado del Cádiz, el Sevilla va a estar salvado antes del parón de Semana Santa, pero el objetivo debe ser no pararse, no detenerse y seguir afianzando esa mejoría que Quique Sánchez Flores ha logrado armar a base de reforzar el sistema defensivo y soltar a las dos balas de arriba, Isaac Romero y Youssef En-Nesyri.

Después de visitar al Almería para echar el cierre a la vigésima octava jornada de LaLiga EA Sports el lunes (21:00 horas), los nervionenses deben marcar las distancias también con otro rival implicado en la lucha por la permanencia, el Celta de Rafa Benítez, que visita el Ramón Sánchez-Pizjuán el domingo próximo, dentro justo de una semana a partir de las dos de la tarde, un horario que trajo suerte ante la Real Sociedad.

El equipo vigués, ahora a dos puntos del descenso tras el golpe dado por el Cádiz, está sólo tres puntos por detrás de los sevillistas, aunque hoy tienen un complicado compromiso compareciendo en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid, líder en solitario y máximo favorito al título liguero.

El acelerón que el Sevilla busca y que en principio podía ser definitivo para llenar de tranquilidad las alforjas ha pasado a ser necesario si no se quiere que otra vez empiecen los nervios y las inseguridades. La entidad sevillista ha tenido la suerte de que en el primer año de turbulencias severas en muchísimo tiempo la permanencia esté –al menos eso ha parecido hasta ahora– más barata que nunca. Los tres últimos clasificados de la tabla (Cádiz, Granada y Almería) hasta ayer habían sumado sólo 4 triunfos entre los tres de un total de 80 partidos. En pocas palabras, que abajo en los sótanos no gana nadie. Pero esto, como se ha visto, puede cambiar en cualquier momento.

En una semana en la que los medios ya han empezado a especular demasiado con detalles de la planificación de la temporada que viene (que si el contrato de Quique, que si la renovación de Sergio Ramos, que si las opciones para la continuidad de cedidos como Soumaré, que si el futuro de gente como Óliver Torres, Gudelj o En-Nesyri...), la realidad dice que el Sevilla no está todavía para esas distracciones. El objetivo es poder hacerlo cuanto antes, pero aún queda. O eso parece.