Como un deja vù constante, el Sevilla repite siempre el mismo partido en este tipo de encuentros aparentemente cómodos que a otros se les puede atragantar. Otra vez un gol de Ocampos, otra vez la portería a cero, otra vez gran control de balón y otra vez sumar tres puntos. Podrá decirse que, de nuevo, el toque excesivo atrás pudo traer un pequeño disgusto al final, pero fueron apenas diez minutos en una situación desesperada ya del rival y con jugadores fuera de sitio después de una semana bastante difícil.

Informe técnico del Sevilla. Análisis: Jesús Alba.

Con las adversidades de siempre también en forma de un buen número de bajas, otra situación que arroja el análisis del partido del Sevilla es el baile de esquemas que protagonizó Lopetegui. El técnico quiso solucionar la ausencia de un lateral derecho con una defensa de tres en la que Acuña era el elegido para el perfil zurdo, pero esa disposición facilitaba el control del juego pero dificultaba la llegada arriba, pues no era Iván Romero quizá el punta para el cuerpo a cuerpo con los centrales y tampoco recibía el juego adecuado por parte de la segunda línea. A la media hora, con Acuña en el lateral derecho y Ocampos en su puesto, el de Quilmes fue mucho más incisivo que de carrilero.

Defensa

El rompecabezas no era fácil de resolver, pero la verdad es que las piezas encajaron y el Sevilla volvió a dejar otra exhibición de solidez. De noventa y tantos minutos, en apenas diez (los finales) el Cádiz apretó como para generar inquietud y jamás contragolpeó, su gran peligro. La meta de Bono volvió a quedarse impoluta y ya casi se ha perdido la cuenta de las porterías a cero. Acuña cuajó un gran partido, Gudelj cumplió y Diego Carlos mantuvo su nivel ante un adversario –que sí hay que decirlo– flojito tirando a muy flojo en ataque.

Al poco de la reanudación Lopetegui hizo un pequeño ajuste con Rekik por Fernando adelantando al serbio y sólo al final se resintió algo un sistema defensivo que empezaba en el dinamismo de Iván Romero.

Ataque

El partido, con la forma de jugar del Cádiz y las bajas también de los amarillos, estaba cantado que iba a estar en dar con la tecla en la fase ofensiva y ahí la verdad es que Lopetegui rectificó a tiempo.

Desde el cambio al 1-4-3-3 de siempre, Ocampos empezó a estar más cerca del área y el equipo a carburar mejor pese a que con la zaga de tres Fernando podía descolgarse más para sumar una pieza en ataque.

Le faltó al Sevilla un punta de referencia, pero ante las bajas nada se podía hacer y ni En-Nesyri ni Rafa Mir habían viajado. Por momentos a ese fútbol de dominio absoluto le faltó una marcha más y la profundidad necesaria con la aportación de la segunda línea, pero el Papu aparecía y desaparecía y a Rakitic le costaba soltarse. Sólo Ocampos lograba revolucionar el juego y romper líneas.

Virtudes

Encajar las piezas y, cómo no, gestionar una semana difícil. Las victorias no siempre se consiguen en los 90 minutos, también en la semana de entrenamientos.

Talón de Aquiles

Una fase corta en la que hubo demasiado toque atrás que elevó el nivel de riesgo innecesario.