Alemania cierra 4.700 granjas por usar piensos contaminados
Denuncian a la empresa fabricante por intento de asesinato · 136.000 huevos con dioxinas se exportaron a Holanda para fabricar productos vendidos en el Reino Unido
El número de granjas avícolas y porcinas clausuradas en Alemania por alimentar a sus animales con piensos contaminados con dioxinas se eleva ya a más de 4.700, informaron ayer fuentes del Ministerio federal de Agricultura.
Dichas fuentes destacaron que en la mayoría de los casos son granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar a sus animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo.
La gran mayoría de las granjas, 4.468 del total, están ubicadas en el norteño estado de la Baja Sajonia, que adquirieron piensos contaminados originalmente por el fabricante Harles & Jentsch, que utilizó aceites industriales no destinados al consumo animal o humano.
Esta empresa germana fue denunciada ayer por un particular que acusa a su dirección de intento de asesinato. fiscal superior de Múnster, Wolfgang Schweer, anunció ayer que se trata de un médico que denuncia por lesiones graves e intento de asesinato por ánimo de lucro.
Mientras tanto, el presidente de la federación alemana de Agricultores y Ganaderos, Gerd Sonnleitner, cifró entre 40 y 60 millones de euros las pérdidas semanales de los ganaderos afectados por el cierre de sus factorías.
Pese a que el Ejecutivo alemán insiste en que aún no está clara la procedencia de la contaminación, hasta el momento se han localizado en el país 150.000 toneladas de estos productos contaminados y destinados a la alimentación de cerdos y aves.
Aunque aún no se han valorado las pérdidas, la agencia alemana MEG de análisis de mercado confirmó que a causa del escándalo ha caído bruscamente la venta de huevos y productos procedentes de aves y cerdos.
El presidente de la Asociación Federal de Control de Alimentos (BVLK, en alemán), exigió ayer la creación urgente de 1.500 nuevos puestos de inspectores. Actualmente son 2.500 los inspectores estatales para las más de 1,1 millones de explotaciones animales existentes en el país.
En algunos casos, denuncia la BVLK, sólo hay un inspector para cada 1.200 granjas.
La ministra alemana de Agricultura, Ilse Aigner, mantuvo el jueves una conversación telefónica sobre la contaminación de dioxina con el comisario de Agricultura de la UE, John Dalli, cuyo portavoz confirmó que los 136.000 huevos contaminados que Alemania exportó a Holanda no se vendieron directamente a los consumidores, sino que fueron utilizados por la industria alimentaria holandesa, parte de cuyos productos se vendieron en el Reino Unido o se usaron localmente en ultracongelados.
Las autoridades sanitarias de Baja Sajonia, lugar desde el que partieron los miles de huevos alemanes contaminados y vendidos a Holanda, insistieron ayer en que "el consumo de estos productos no reviste peligro para la salud de los humanos".
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