Controlan el fuego de Monte Pindo, el más devastador del verano en Galicia
Las llamas devoran más de 2.200 hectáreas y llegan a amenazar a 50 viviendas La Xunta reforzará la investigación sobre su origen
El incendio más devastador de este verano en Galicia quedó por fin controlado ayer al filo de las siete de la tarde, pero la voracidad de las llamas ha arrasado casi la totalidad del simbólico enclave de Monte Pindo, en el municipio de Carnota (La Coruña). Tras cruzar el río Xallas, el fuego llegó a amenazar en la madrugada del viernes la cascada de O Ézaro, única de Europa, que cae directamente al mar, pero las labores de extinción lograron atajar el avance hacia este punto pese al viento.
Las consecuencias del incendio son desoladoras. Las más de 2.200 hectáreas quemadas reflejan el alto coste medioambiental de la tragedia.
A las 15.13 horas de ayer era desactivado el nivel uno de alerta, que implica riesgo para las viviendas, en este caso unas 50. Unas cuatro horas después, a las 18.54 horas, quedaba oficialmente controlado gracias al trabajo de diversos efectivos terrestres y aéreos desplegados en la zona y a que en las últimas horas comenzara a amainar el viento que había arreciado durante la noche. El único foco activo es un cortafuegos provocado por los brigadistas para acelerar la extinción.
El fuego se declaró en la tarde noche del miércoles y ha amenazado desde entonces a los núcleos de población de Cornido y San Cibrán, por lo que la Consellería de Medio Rural decretó a las 23:32 horas de ese día el nivel 1 de alerta que mantuvo hasta las 15.13 horas de ayer. En su extinción trabajan efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), 2 técnicos, 57 agentes forestales, 102 brigadas, 51 motobombas, 13 helicópteros y 8 aviones.
Ante esta tragedia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, instó a los gallegos a "combatir" a los incendiarios con la "misma firmeza y valor" que los brigadistas luchan contra el fuego y animó a los vecinos a denunciar a "quienes están plantando el fuego".
"Tenemos que decirle a la gente que tiene que denunciar las matrículas de los coches que salen por la noche de los bosques en los que se inician los incendios, que tienen que denunciar el nombre y apellidos de aquéllos que creen que están plantando el fuego", manifestó. Y alertó de que, si no se denuncia, "algún día alguien perderá la vida", "alguien perderá su casa" y "todos perderemos el mayor patrimonio paisajístico y medioambiental de Europa, que es Galicia".
En la zona del fuego estuvieron ayer por la mañana la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien garantizó que se "redoblarán los esfuerzos" para detener a los incendiarios.
Quintana destacó que "ni el calor ni el viento" son la causa de esos incendios e insinuó que se trata de fuegos de carácter "malintencionado". Al ser preguntada sobre los reproches de la oposición sobre una escasa prevención de la Xunta y de la falta de profesionalización del personal, Quintana aseguró que "de la profesionalidad pueden dar fe todos los vecinos" porque los equipos han "trabajado como campeones".
Rueda subrayó que "los fuegos, en su inmensa mayoría, no se producen por causalidad, sino que son provocados por incendiarios". "Redoblaremos los esfuerzos" para "identificar los incendiarios", dijo. Y advirtió a los autores que una vez condenados "van a tener que afrontar todo el coste económico de la extinción" de los fuegos, que "es muy elevado y se paga con los impuestos de todos".
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