Pau Rigo, de entonces 77 años, se encontraba en su vivienda junto a su mujer cuando dos individuos entraron el casa para robarle. Era la segunda vez que lo hacían. Tres meses antes le habían propinado una brutal paliza dentro de su domicilio para llevarse consigo algunas pertenencias del anciano.

Entonces decidió no denunciar los hechos y dejarlo pasar, pero la segunda vez, presa del pánico, se defendió de los asaltantes con una escopeta y en un forcejeo disparó y le dio a uno de los ladrones, quitándole la vida.

Estos hechos tuvieron lugar en febrero de 2018 pero el juicio no se celebró hasta la semana pasada con jurado popular. En él el anciano trató de explicar que había actuado en todo momento en defensa propia y que no pretendía atacar a los asaltantes, sino protegerse a él y a su mujer.

La llamada al 112

En el programa Vamos a Ver, de Telecinco, han tenido acceso a las llamadas telefónicas que ese día hizo Pau Rigo al servicio de emergencias 112. En ellas el anciano exclama: “¡Están rompiendo la puerta! ¡Están rompiendo la puerta! Por favor, que la Guardia Civil venga con un helicóptero o lo que sea, pero que vengan rápido. ¡Nos van a matar!”

De nada sirvió la llamada, ya que los ladrones entraron en la casa, golpearon brutalmente a Pau, encerraron a su mujer en una habitación y les robaron el dinero que tenían en la caja fuerte (15.000 euros).

Cuando Pau consiguió hacerse con una escopeta que tenía en el interior de su casa y disparó a uno de los asaltantes, el otro lo golpeó con una herramienta y le desfiguró el rostro. Justo después éste huyó y Pau, aterrado, volvió a llamar al 112.

“Me están atacando, a mí y a mi mujer. Nos han hecho mucho daño”, dijo Pau a la operadora notoriamente compungido. En ese momento Pau había conseguido resguardarse junto a su mujer en el dormitorio. Media hora después de que se produjera la primera llamada Pau volvió a marcar el número de emergencias.

Había escuchado nuevamente ruido en su casa y temía que el asaltante huido hubiera vuelto con más personas. “¡Los otros han buscado refuerzos y son tres o cuatro con pistolas!”, profirió Rigo en su última llamada. Sin embargo, quienes estaban en realidad en el interior del domicilio eran los agentes de la Guardia Civil, de ahí todo el ruido. Tras los hechos el asaltante al que Pau disparó perdió la vida. Su hermano, el otro ladrón, acabó entregándose poco después. 

Pau Rigo, de ahora 83 años, fue declarado culpable de homicidio la semana pasada durante el juicio y la Fiscalía pide ahora para él casi cuatro años de prisión. No obstante, la falta de veredicto y un error técnico podrían hacer que el juicio se declarara nulo.

Mientras tanto, miles de personas se han organizado a través de las redes sociales para pedir su absolución, ya que consideran que no es una persona peligrosa, que actuó para defenderse y que dada su edad no debería cumplir condena por estos hechos.