Por qué es importante la primera impresión
Nuestro cerebro puede tardar entre cinco segundos y cinco minutos en formarse la primera impresión de alguien
"No puedes creer todo lo que piensas"
Quedas con un amigo al que hace tiempo que no ves por la pandemia y va a venir acompañado por su nueva pareja, a la que ha conocido por redes sociales durante el pasado confinamiento. La expectación es máxima. Todos quieren conocer los detalles de la historia y, por supuesto, analizar cómo va vestida, cada uno de sus gestos, comentarios...Minutos, quizás segundos, bastarán para tener un juicio sobre ella. Una primera impresión. La temida primera impresión ¿Por qué es tan importante la primera impresión? Aquí te lo contamos.
Según la psicóloga Valeria Sabater, en su blog 'La mente es maravillosa''La mente es maravillosa' los psicólogos consideran que en apenas un suspiro sabemos si una persona es de nuestro agrado o no, si nos inspira confianza o no. Y que esto ocurre debido a la evolución de nuestra especie, que se trata de un recurso adaptativo muy fácil de entender. "Si la persona que tenemos ante nosotros la juzgamos como amenazante y peligrosa, nuestra primera reacción será la huida", apunta en su análisis.
En estos tiempos modernos, en los que el día a día nos lleva en volandas y uno de los mayores tesoros que disponemos es el tiempo, ni nos detenemos a conocer a fondo a la persona antes de enjuiciarla ni en prepararnos nosotros mismos para intentar dar una buena impresión a las personas con las que interactuamos. Y aunque puede parecer extraño, el dicho de que las primeras impresiones son las que cuentan no está muy desencaminado de la realidad.
Dificultades para cambiar la primera impresión
Psicólogos de las universidades de Glasgow (Escocia) y Princeton (Estados Unidos) han demostrado que con un simple 'hola' ya es suficiente para sacar conclusiones sobre el tipo de personalidad. ¿Por qué nos formamos una impresión tan rápido? Podríamos decir que nuestro cerebro está programado para llegar a una rápida conclusión con muy poca información. Puede tardar entre cinco segundos y cinco minutos en formarse la primera impresión de alguien, pero lo realmente importante de la primera impresión no es la celeridad con la que se forma sino lo difícil que es de cambiarla en nuestro cerebro, que organiza la información en categorías, y a partir de ahí hace comparaciones rápidas, ayudándose de las emociones y las experiencias que hemos vivido.
También existen ciertos sesgos cognitivos que pueden engañar a nuestro cerebro. Como el conocido como efecto halo, que está detrás de la mayoría de los fracasos en pareja. Nos dejamos guiar por el físico, confiando en que sus acciones, sus opiniones y creencias serán igual de bonitas que su aspecto físico y terminamos frustrados, fracasando en las relaciones y viviendo de forma tóxica. Ya lo advierte el psicólogo Tomás Navarro: "No puedes creer todo lo que piensas". Aunque la mayoría de las veces queramos pensarlo.
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