La mortalidad mundial a causa del sarampión disminuye en un 78%
Vacunas
La OMS reconoce los esfuerzos realizados en programas de vacunación pero algunos expertos prevén poca financiación
La Iniciativa de Lucha contra el Sarampión ha anunciado hoy un descenso del 78% en el número mundial de defunciones por sarampión entre 2000 y 2008, desde las 733 000 registradas en 2000 hasta las 164 000 de 2008. Sin embargo, los expertos en inmunización mundial alertan acerca de la posible recrudescencia de la mortalidad por sarampión si no se mantienen las actividades de vacunación.
Salvo una, todas las regiones han logrado el objetivo de las Naciones Unidas de reducir en un 90% la mortalidad por sarampión entre 2000 y 2010, y ello dos años antes antes de la meta prevista. Se estima que la vacunación de casi 700 millones de niños contra el sarampión mediante campañas de inmunización a gran escala y el aumento de la cobertura de la inmunización sistemática han prevenido 4,3 millones de muertes por sarampión en menos de un decenio. «Lo mucho que se ha logrado durante los últimos años se debe a la ardua labor y al compromiso de los gobiernos nacionales y los donantes. Pero a falta solo de dos años para la fecha límite, se advierten signos de que el ímpetu ha disminuido», ha declarado la doctora Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud. "Se trata de una enfermedad muy contagiosa, que puede aprovechar rápidamente cualquier decaimiento de las actividades. Estamos resueltos a vacunar en 2010 a muchos más niños que hasta ahora", ha declarado Kathy Calvin, presidenta ejecutiva de la Fundación pro Naciones Unidas. China, Indonesia, Pakistán, Bangladesh, Viet Nam, Nigeria, y Etiopía, han previsto realizar campañas nacionales de inmunización el año que viene. Será un año crucial para las vacunaciones antisarampionosas, pero los compromisos financieros no están a la altura de la demanda. En efecto, la Iniciativa de Lucha contra el Sarampión afronta un déficit de financiación de 59 millones de dólares en 2010, que, si no se resuelve, podría favorecer una recrudescencia de la mortalidad. Los expertos en inmunización temen que el efecto combinado de la disminución del compromiso político y financiero provoque alrededor de 1,7 millones de defunciones entre 2010 y 2013, de ellas más de medio millón tan solo en 2013 (en 2008 se registraron 164.000).
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