La residencia y el empleo son pilares en la recuperación social del afectado

Faisem da apoyo a necesidades no atendibles desde programas generales de servicios sociales

P. García

17 de septiembre 2009 - 01:00

Desde 1993 existe la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (Faisem), cuyo objetivo es la prevención de la marginación y la desadaptación de cualquier persona afectada por una enfermedad mental grave causante de una incapacidad personal y social, así como el apoyo a su integración social y laboral.

Entre los diversos programas con los que trabaja está el ocupacional-laboral. Según argumenta Estrella Álvarez, trabajadora social de la comunidad terapéutica Santa Clara, del área del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, "la integración social de la persona con una enfermedad mental debe ser a todos los niveles, por lo que establecer roles ocupacionales significativos así como encontrar un empleo es muy importante". Faisem y las comunidades terapéuticas tiene programas compartidos, con el fin de que algunos de los usuarios que ya se han recuperado puedan llevar un vida con capacitada. Aunque se necesitan más recursos, "a nuestros chavales se les pide que sean autónomas, vivan en un piso, vistan adecuadamente, cuiden su imagen...Pero resulta muy difícil cumplir todas exigencias si l mayoría tiene una pensión de no más de 300 euros".

Otro de los programas de la fundación va dirigido a obtener una residencia, sobre todo, aquellos que desean independizarse o que carecen de una estructura familiar sólida con la que poder convivir. "Faisem cuenta con casa hogares, viviendas supervisadas, o Subprogramas de Atención Domiciliaria", describe el doctor Amalio Bueno, coordinador de la Comunidad Terapéutica de Salud Mental de Jerez de la Frontera, Cádiz. Las casas hogar; son dispositivos para un número de usuarios y usuarias entre 10 y 20 con menor nivel de autonomía, que disponen de personal durante las 24 horas del día. Las viviendas supervisadas son para un máximo de 10 usuarios y usuarias, con un mayor nivel de autonomía, que no precisan presencia de personal todo el día. Y los subprogramas de atención domiciliaria son distintos tipos de programas que no requieren la disponibilidad de un dispositivo residencial específico.

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