Adra, ciudad gastronómica

Ayuntamiento de Adra

La localidad almeriense llega a Fitur con su proyecto ‘Adra KMCERO, una historia que contar’ que pone en valor sus productos del mar y la tierra

El alcade de Adra,  Manuel Cortés, junto a otras autoridades civiles  y algunos de los protagonistas de este proyecto, como el chef Tony García.
El alcade de Adra, Manuel Cortés, junto a otras autoridades civiles y algunos de los protagonistas de este proyecto, como el chef Tony García.
Redacción

22 de enero 2020 - 02:00

Con una situación geográfica envidiable, un excelente clima y una historia milenaria, ahora Adra se centra en potenciar su gastronomía. De esta forma aterriza hoy en Fitur con su proyecto Adra KMCERO, creado con el objetivo de potenciar su gastronomía.

La autenticidad de su producto local desde todas sus vertientes: el mar, la huerta y el monte, son el punto de partida de esta iniciativa, de tal envergadura que cuenta con el apoyo de las administraciones públicas, los profesionales del sector gastronómico y la ciudadanía en general. ‘Adra KMCERO’ está cofinanciado por los fondos europeos Feder en un 80% y municipales el 20% restante.

Uno de los platos de la iniciativa.
Uno de los platos de la iniciativa.

El proyecto, que se desarrollará durante todo un año con diversas actividades, tiene al chef de renombre Tony García, como embajador y director de este proyecto. El alcalde de Adra, Manuel Cortés, ha explicado que “con esta marca gastronómica, queremos proyectar la imagen de Adra en el exterior, la autenticidad de nuestro producto local, la tradición culinaria de los abderitanos y abderitanas e identificaremos nuestra gastronomía con un sello distintivo de calidad que servirá como atractivo turístico”.

El objetivo de la iniciativa consiste en la recuperación de la gastronomía abderitana basada en la autenticidad, el producto local y de temporada, así como el fomento del consumo de alimentos de proximidad, incentivando la compra directa al pequeño productor situado en un radio no superior a 100 km. Con todo, se aprovechará el potencial turístico de la ciudad de Adra a través de la puesta en valor de sus recursos, que es lo que hará que destaque frente a otros destinos turísticos.

Cocina con identidad propia

La gastronomía abderitana se puede comprender por su pertenencia a distintas escalas de identidad. La más general es la mediterránea. Una cocina de prestigio mundial por la calidad de sus productos, por ser equilibrada y saludable y porque actúa de tarjeta de visita de un mundo atractivo, deseado y que se asocia con el más depurado concepto de “calidad de vida”. Esta gastronomía resulta de la concurrencia de tres entornos productivos: el mar, la huerta y el monte, presentes de forma especialmente directa en el municipio de Adra. El clima mediterráneo, con clara diferencia estacional, trae como consecuencia que las producciones estén relacionadas con distintas épocas del año y por ello, la conservación de los alimentos para usarlos en cualquier estación es un elemento que propició el desarrollo de diferentes técnicas de conservación: secado, salado, embutido, encurtido, en aceite, en escabeche…).

'Adra, KMCERO' .
'Adra, KMCERO' .

El carácter específicamente extremo del clima surestino también marca la diferencia entre secano y regadío, teniendo trascendencia en el recetario y la tradición culinaria: las especias, cereales, frutales como el almendro, la higuera o la miel (de secano), pero también las hortalizas, verduras y otras frutas (de regadío).

A estos productos podemos también sumar los alpujarreños, con características gastronómicas de sofritos o majados y el uso de la almendra (de herencia oriental) y la caza perdiz, conejo.

Y todo ello sin olvidar los matices costeros, pesqueros y portuarios donde destacamos el pulpo, los boquerones, el rape, la gallineta, la brótola…

Una historia milenaria

Adra es un lugar singular, tanto por cuestiones geográficas como históricas, y es importante conocer como se ha forjado su identidad gastronómica. Es uno de los municipios más antiguos de la península ibérica, con más de 30 siglos de historia, y por su posición costera se convirtió desde sus inicios en foco de transmisión cultural y comercial, conformando la base de la identidad mediterránea: un lugar de contacto e intercambio por vía marítima. En la época romana, desde Adra se exporta a grandes mercados del imperio el garum, una pasta muy apreciada, elaborada con vísceras de túnidos, sazonada y perfumada con distintas hierbas y especias.

En el periodo medieval conoce la expansión y afianzamiento de la cultura hispanomusulmana, lo que también significó un flujo de aclimatación de distintas especies vegetales del medio Oriente. Entre el siglo XVI y XVIII comienza a expandirse el cultivo de la caña de azúcar. Durante la etapa contemporánea, Adra juega un papel acorde a su posición, siendo puerto de salida natural de las producciones alpujarreñas, además de recursos mineros.

Pero también en las primeras décadas del siglo XX y tras la construcción del puerto de Adra, el municipio experimentó un aumento industrial con actividades de conserva, tanto vegetales como de pescado (en especial la melva canutera) en la fábrica de Santa Isabel.

Ya desde mediados del siglo XX, Adra se incorpora al proceso de cambio de modelo agrícola (cultivos bajo plático), representando un ciclo exitoso en la historia de la economía abderitana y almeriense. Nuevas variedades, nuevas formas de producción y de comercialización y la incorporación de la innovación sincronizada con la demanda caracterizan este último ciclo. Todos estos hecho acontecidos en la historia han marcado la gastronomía abderitana, englobada en distintas escalas de identidad.

stats