Otros sectores

La pitahaya y el maracuyá encuentran en Almería un nuevo lugar de producción

Antonio Mira visita a diario su plantación de pitahaya.

Antonio Mira visita a diario su plantación de pitahaya.

Diversificación, diferenciación, valor añadido… son conceptos que constantemente escuchamos pronunciar en cualquier foro agrícola en el que nos encontremos. La interrupción de nuevos países en el mercado, en el que hasta hace unos años se movía la agricultura almeriense sin problemas, está provocando que los agricultores de la provincia tengan que buscar alternativas para poder mantenerse a flote. Antonio Mira no ha tenido problemas a lo largo de su vida de agricultor en ir innovando y arriesgarse, hasta el punto de haberse visto obligado en más de una ocasión a empezar de cero. “Me he arruinado 2 veces, me he levantado y he comenzado de nuevo. Nunca me he dado por vencido. Si algo no ha dado el resultado esperado he intentado buscar siempre una alternativa”, señala.

A sus 78 años está al pie del cañón a diario y afirma con orgullo que: “jamás me ha salido el sol en la cama. Me levanto a las 6 de la mañana y visito todos los días la finca. Da igual que sea domingo o lunes. Ha sido mi manera de actuar y he decidido que cuando no pueda trabajar venderé la finca pero hasta ese día estaré por aquí”.

A Antonio Mira le gusta experimentar con nuevos productos, ya en el año 1974 se trajo a Almería 150 semillas de pimiento California “las sembré aquí y cuando llevé los pimientos a la alhóndiga no se vendieron porque era un producto desconocido. También en esa época traje las primeras semillas de pepino holandés”. Mucho ha llovido desde entonces teniéndose que enfrentar a muchas situaciones difíciles pero ese espíritu emprendedor no lo ha perdido y ahora es uno de los agricultores que se ha decantado por cultivar dos frutas exóticas desconocidas totalmente en el panorama almeriense hasta hace unos años: la pitahaya o fruta del dragón y el maracuyá, fruta de la pasión o granadilla.

En el año 2010 comenzó con los primeros esquejes de pitahaya, un cultivo que completó en 2018 con otro productó exótico, conocido como el maracuyá o fruta de la pasión, llamada así porque la flor recuerda a la Pasión de Cristo. A Antonio Mira le gustan los retos por eso se ha decantado por sacar adelante la producción de estas dos frutas exóticas “el ambiente de Almería es hóstil para su cultivo. Mi objetivo es dominar a la pitahaya, es una planta anarquista. Entre sus características peculiares es la floración, debemos estar atentos a ella porque hay que hacer una polinización cruzada. Eso nos exige trabajar de noche porque la flor no puede esperar muchas horas”.

Por el momento, su finca cuenta con cuatro hectáreas de Pitahaya, aunque en producción sólo tiene 2,5 y es que no podemos olvidar que se necesitan 2 años para que la planta de la fruta del dragón empiece a dar fruto. También cuenta con otra zona de invernaderos dedicada al maracuyá y al pimiento California.Pitahaya, maracuyá, o cualquier otro producto agrícola que tenga la más minima posibilidad de que se pueda cultivar en Almería, por remota que veamos esa posibilidad siempre encontraremos a personas como Antonio Mira dispuestos echar las horas que sean necesarias para intentar sacar adelante la cosecha y demostrar que el campo almeriense se reinventa a diario.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios