"En 'Aída' se destapan cosas que están ocultas, disimuladas en la sociedad"
El cómico cree que el proyecto 'Saturday' aún debe madurar
Es el hermano de Mauricio Comenero en Aída, el desatado Toni. Pero Secun de la Rosa (Barcelona, 1969) es mucho más. Un actorazo curtido en los pequeños teatros y en los montajes callejeros, con una vis cómica irreprimible y al que le pone el directo puro y duro de Saturday Night Live, los jueves en Cuatro, programa que hoy invita a Pepe Navarro, ole la gracia, por cierto.
-Usted es catalán, pero de sangre andaluza al ciento por ciento. Desgrane su linaje.
-Yo me llamo Secun de la Rosa Márquez. Mi abuelo paterno era malagueño y mi abuelo materno, de Cádiz, del barrio de La Viña. Creo que mi buen humor fluye por mi sangre andaluza. Esta ahí y me encanta cómo soy.
-Vaya cuadrilla forma con Yolanda Ramos o Edu Soto...
-No habíamos coincidido hasta ahora y me he encontrado con unos cómicos de raza. Ellos también son 'charnegos' como yo y la sangre andaluza está presente en nuestro estilo.
-Pero, sin embargo, parece que Saturday Night Live no ha llegado a su velocidad punta. Le falta todavía recorrido.
-Sí, sí. Le falta todavía alguna velocidad al motor, pero en esas estamos todos. Intentando que cada día salga mejor porque estamos ante un clásico de la televisión norteamericana que nunca se había adaptado en otro país. Me gusta imprimirle algo de mi estilo, reírme, improvisar aunque todo este preparado al dedillo, disfrutar... Todo se andará, queda mucho Saturday.
-¿Qué tal le fue con Charlize Theron?.
-Hombre, era un honor tener enfrente a esa muchacha ¿no? Muy bien. Una chica estupenda al que un patoso, que era yo, intentaba entrevistar con poco éxito.
-Hasta ahora muchos lo conocían como actor secundario...
-Lo llevo en mi nombre, Secun.
-Luis San Narciso lo descubrió para Aída y ahora para Saturday night...
-Es un gran cazatalentos, y no lodigo por mí.
-¿Por qué cree que en Aída se sueltan tantas barbaridades que en otros programas serían tildadas de políticamente incorrectas, como el apodo de Machu Pichu para el inmigrante que trabaja con su hermano en la ficción?
-Aída gusta y se comprende porque la gente se ve reflejada en ella. Es una muestra de que en todas las familias cuecen habas y el público se identifica. Esa complicidad permite que esas barbaridades que se sueltan se vean como un espejo de lo que se vive en la propia calle. Hay mucho tapado por ahí, y en la serie se destapan cosas que están ocultas, disimuladas en la sociedad.
-Usted salió del armario en la serie y parece que incluso hasta Mauricio Colmenero...
-Ahora que Mauricio y Machu Pichu son matrimonio de conveniencia no sería un mal spin off que ambos protagonizaran una serie. Sería un spin off de un spin off, y funcionaría la mar de bien.
-¿Echan de menos en Aída a Carmen Machi? La audiencia parece que sí...
-Carmen es una grandísima actriz y claro que la echamos en falta, fue valiente al marcharse de la serie y hacer cosas nuevas, pero en su lugar tenemos a Miren Ibarguren que está para comérsela.
-¿Es igual un directo televisivo que una obra teatral?
-Sí, yo estoy igual de nervioso en ambos trabajos, pero una vez que empiezas, te olvidas.
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