El 'GH' de la crisis donde ha faltado amor, pan y lujo, pero no el sexo

Gerardo y Saray han sido los protagonistas de la etapa final de este 'GH'.
Gerardo y Saray han sido los protagonistas de la etapa final de este 'GH'.
Gema Amil

30 de enero 2010 - 05:00

La undécima edición del reality más longevo comenzó el 6 de septiembre del pasado año. Han pasado casi cinco meses hasta que se han cerrado las puertas de la casa de Guadalix, quedando entre sus paredes un sinfín de historias que, sin duda, han marcado un antes y un después en la historia del programa. Un GH que quedará en la retina de sus millones de seguidores como uno de los más polémicos y controvertidos.

Veinte concursantes, veinte valientes, que se encerraron para vivir la experiencia, y, por qué no, saborear las mieles de la popularidad. Comenzaron su andadura repartidos en dos casas; la Casa 11 (con menos lujos de lo habitual, para representar al Gran Hermano de la crisis) y la Casa Espía (hecha de manera sostenible con materiales ecológicos). El juego del programa les hizo mudarse de un lugar a otro, claro está, con el fin de crear expectación, hasta que finalmente todos convivieron bajo el mismo techo. Un GH insólito, donde ha habido de todo. Fuertes discusiones, hambre y mucho sexo, y que ha estado a falta de amor y verdadera amistad. Ha sido una edición más internacional de lo habitual, con viaje solidario a Perú de la mano de una ONG y la convivencia de los concursantes con una tribu indígena durante una semana. Hecho insólitos que se unen al popular intercambio; en esta ocasión a Italia.

Una historia distinta como prometía Mercedes Milá al comienzo de su andadura que no ha dejado indiferente a nadie y en la que tampoco han faltado los elementos tradicionales del formato. Duras pruebas semanales, nominaciones de todo tipo, expulsiones, visita de familiares, terror, fiestas navideñas y sorpresas. Una historia en la que tampoco podían faltar concursantes de todo tipo, y que, para bien o para mal, han hecho de ésta una edición diferente, muy auténtica. Tanto los prime time de los jueves con Mercedes Milá, como los debates dominicales, han sido todo un éxito de audiencia. Y es que desde el principio han sabido mantener al espectador en vilo. El GH más largo de la historia que, a pesar de todo, ha sabido a poco y que ha dicho adiós a sus incondicionales sólo por el momento.

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