Son dos hormigas de felpa que se renuevan cada dos años y de las que hay dos unidades de recambio ante cualquier contratiempo en la temporada. Pero ante el espectador son Trancas y Barrancas, dos insectos de peluche que nacieron para preguntar lo que no se atrevería a decir Pablo Motos, su padre adoptivo. La idea de dos muñecos que hicieran de soporte al entonces animador radiofónico cumple diez años. Motos y su equipo lo festejan hoy. Este martes es el cumpleaños de las hormigas y un venerable Karlos Arguiñano será el protagonista de una edición especial.

Debajo de Trancas (y la oronda Petancas) está Juan Ibáñez y de Barrancas, Damián Mollá, amigos de Motos y colaboradores de sus espacios en la radio. Estaban predestinados a dar el salto a la tele cuando la idea de El Hormiguero vino a animar las alicaídas tardes dominicales de Cuatro. En la entonces cadena de Prisa (que en noviembre cumple 10 años) nació este programa que a los pocos meses se convirtió en antesala del prime time. Con constancia, invitados y mucha ciencia entretenida, El Hormiguero ocupó un sitio fijo y levantó las cifras diarias de Cuatro. Por entonces andaban por allí Flipy, Luis Piedrahita o Raquel Martos (la voz más unida a Motos durante sus años de radio). En mayo de 2011 el programa producido por Jorge Salvador cerraba su andadura en Cuatro, pocos meses después de la compra de Mediaset. En septiembre llegaban a Antena 3, como El Hormiguero 3.0, también en el access prime time, y se ha convertido en uno de los puntales de Atresmedia. Hoy, por eso, están de fiesta.