Ante Jordi Évole
Lo que intentó el programa de La Sexta ya lo hicieron con más talento Win Wenders o Woody Allen.
Mis mejores amigos son periodistas, pero reconozco que son gente peligrosa. Ramón entrevistó para su periódico al banquero Botín. Durante varios días le acompaño al sastre Larrainzar; comió en su comedor privado por encima de las nubes; voló en su Jet Global Express rodeado de altos ejecutivos y por fin le visitó un fin de semana familiar en su finca El Castaño en Ciudad Real. Durante las semanas siguientes a la entrevista, Ramón no se quitó para nada el precioso traje azul con raya diplomática que se había comprado para la ocasión. Atendía cualquier asunto cotidiano con la mirada elevada situada más allá del infinito, proyectaba la voz de una manera grave y rotunda, y sobre todo exigía que le escucháramos sin interrupciones, en absoluto silencio. Por fortuna para todos, a Ramón jamás le nombraron presidente de un banco, aunque lo rozó en una caja de ahorros de las que ya no existen.
Paloma, se pasó un tiempo acompañando a Plácido Domingo por medio mundo: Covent Garden, La Fenice, Metropolitan....; ni se te ocurra hablar ahora con ella de ópera, a menos que seas Juan Diego Flórez. No consiguió jamás que la nombraran directora artística de la Scala. Ni tan siquiera del Liceo. Por fortuna para todos.
Antonio, Rafael, Manolo y Paco entre otros muchos, alguna vez escribieron sobre televisiones. Todos ellos han terminado dirigiéndolas. En ese momento querido Varguitas, "se jodió la televisión".
Jordi Évole/El Follonero, comenzó su carrera como entertainment. Ha ido después modificando su trayectoria con inteligencia hacia una "suerte" de Mike Wallace (CBS 60 Minutes),menos atractivo, eso si. La crítica le ha alabado y el público le ha premiado con su audiencia. Ha ingresado en ese maravilloso nirvana temporal privilegiado donde nadie te niega nada. Eso no es fácil de gestionar. Ahora en la primera curva del videojuego, ha derrapado y el vértigo de la velocidad le ha hecho descarrilar. Nada irremediable, salvo la pérdida para siempre de la disponibilidad incondicional del público y "actores", ya saben, se gana un día mucho pero se pierde para la eternidad.
Operación Palace, utiliza un tema demasiado serio y trascendente, realizado además con una narración simple de programa informativo, similar a la de los programas existentes sobre el tema , y que irremediablemente habrá de confundirse y diluirse con el tiempo en la jungla audiovisual, pudiendo de hecho desvirtuar la auténtica noticia. Sinceramente, no creo que ese haya sido el objetivo de los productores. Seguramente una realización con tratamiento cinematográfico de ficción habría disminuido el riesgo, pero eso me temo, requiere de unos conocimientos del medio de los que aún carece Jordi Évole.
Por último recordar que el género fake es muy antiguo. Lo han utilizado desde Peter Greenway hasta Win Wenders y de Woody Allen a Orson Welles con su Fake/Question Mark. No se pierdan la serie dirigida por Basilio Martín Patino y producida por Canal Sur Andalucía, un siglo de fascinación de 1991.
También te puede interesar
Lo último