"La crisis viene a ser una oportunidad para hacer de todo"
La productora de Andreu Buenafuente prepara un 'docu-reality' para la MTV y tiene en marcha nuevos proyectos de ficción, una serie de animación infantil y un concurso para La 2
En septiembre de 2008 los ocho socios, ocho amigos, de la productora El Terrat vendían la empresa (proyectos y equipos, no la sede en las faldas del Tibidabo) a un grupo francés, Banijay. Podría decirse que dieron el pelotazo de sus vidas. Y Pep Espada, uno de ellos, recuerda con un bufido esas semanas por cuenta ajena. Fue un cambio de estilo de vida y trabajo. Reuniones y reuniones, replanteamientos... tres meses después decidieron reintegrar hasta el último céntimo y volver a tener el control sobre El Terrat: un pequeño gigante en el panorama audiovisual con una forma de trabajo muy diferente a los demás, con el humor como una filosofía de vida. El chalé que toma la fisonomía de la marca es un hervidero de salas acristaladas donde se forjan ideas de programas, ficciones... pero también campañas publicitarias, libros, montajes teatrales, proyectos para internet. "Tenemos dos departamentos bien separados, el de Televisión y el que llamamos 'Cosas. Presumimos de contar con un director de Cosas", señala Espada, como un ejemplo de un concepto desenfadado y diferente para abordar asuntos tan serios como hacer reír. ¿Y el dinero? "El dinero no sirve para nada, pero si te caes, te amortigua". La frase es del presidente de El Terrat, Andreu Buenafuente. Su rostro, con esas palabras, lucen en una portada gigantesca, a la entrada de la casita de El Terrat.
-¿Qué puede hacer una productora como la suya en medio de esta crisis tan aguda?
-Muchas cosas. La crisis viene a ser una oportunidad para hacer de todo. La televisión no se para y siempre se necesitan nuevos formatos, nuevas ideas. Tenemos programas en primera línea como Buenafuente, Salvados o Divendres (Viernes, un magacín diario en las tardes de TV-3) y también otros en canales de la TDT que con audiencias menores funcionan muy bien, como El armario de Josie, en Nova. Estamos terminando una docu-reality para la MTV y las cápsulas de Berto Romero, Zombis, se van a emitir a partir de esta semana en el canal TNT. Tenemos en marcha un proyecto de animación para niños, con episodios de tres minutos dirigidos a los más pequeños, o un concurso diario para La 2... Todo son oportunidades.
-Y Buenafuente permanece como único late-show, pero sin aquellas audiencias de hace un lustro, con la competencia de Crónicas marcianas.
-Buenafuente está más vivo que nunca. Ahora que se emite primero por La Sexta 2, en prime time, hemos conseguido nuevos espectadores que no podían vernos a medianoche. No creo que haya nadie que esté en condiciones de hacer un programa así en España en estos momentos. Andreu y su equipo son únicos y eso no se puede improvisar. La franja de late-night, en número, tiene el público que tiene... Pero es un programa muy emocionante de hacer y durante estos años hemos contado ahí con gente de talento como Corbacho, Santi Millán, Edu Soto...
-De esas profundidades de la noche surgió El Follonero...
-El Follonero es un tipo brillantísimo. Es muy tímido, pero es capaz de cualquier cosa para contar y sacar historias. Salvados ha sido pionero en hacer programas en la calle, con la personalidad de Jordi Évole, sacando punta a la actualidad de una forma muy diferente.
-Una grabación en la calle parece más auténtica, más real, que en un plató.
-Es verdad, y Jordi se atreve con lo que haga falta para interpretar con humor, y también con rigor, esa realidad.
-¿Cómo encajaron la marcha de Buenafuente de Antena 3?
-Se terminaba una etapa y encontramos nuestro sitio en una cadena de la que formamos parte, La Sexta. Es una cadena muy bien situada donde hacemos programas que nos gusta hacer. En este año esperamos que sea un ejercicio rentable por completo. En 2010 tuvimos beneficios en el segundo y último trimestre y para este año confiamos en que vaya a más.
-¿Qué le parece el fichaje como director de antena de La Sexta de Fernando Jerez, que procede de Cuatro?
-Era necesario y es una persona con garantía. Ahora La Sexta gestiona tres cadenas y necesitamos de nuevos contenidos para esas programaciones. Nosotros vamos a producir 80 horas de docu-realities...
-Produjeron Moncloa ¿dígame? para Telecinco y recientemente Pelotas para La 1 ¿Tienen más series a la vista?
-José Corbacho es el que estuvo al frente de Pelotas y lleva adelante el apartado de ficción, pero después de participar en películas como Tapas o Cobardes, nos gustaría adentrarnos aún más con el cine.
-¿Y volverían a negociar una venta o una participación de su empresa?
-No lo sé, pero la experiencia con Banijay fue valiosa, porque nos hizo poner en valor aún más lo que hacemos y sobre todo, cómo lo hacemos. Cundió mucho el desánimo porque creo que las diferencias culturales marcaron las relaciones con ellos. Se sobreanalizaba todo y nos agotábamos con tantas reuniones. Devolver el dinero nos hizo recobrar una sensación de libertad que habíamos olvidado. Eso, a lo mejor, no lo hace casi nadie, pero no queríamos el dinero: queríamos el placer de trabajar a gusto.
-Trabajar a gusto para hacer una segunda parte del Chikichiki.
-No podíamos tomarnos en serio Eurovision y el Chikichiki fue el ejemplo. Ahora habría que retomar el Festival de la OTI y resurgirlo con algo así.
-Uno de sus descubrimientos fue Homo zapping. Tampoco nunca es tarde para retomarlo.
-Siempre tenemos muy presente un proyecto como Homo Zapping. Trabajamos en recuperarlo y parodiar la televisión que se hace en estos momentos.
-Sin querer ponerle en un compromiso ¿cómo es su presidente, Andreu Buenafuente?
-Es tal como aparece en el programa. Una persona que funciona sin celos, dando oportunidades a todo aquel que lo merece y haciendo sus programas a gusto. No serán los más baratos, pero los hace como a él le gusta.
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