Ni chicha ni limoná, al principio. Con letra pequeña. A priori, podía parecer que las grandes cadenas habían tenido reservas a la hora de llevar sus grandes apuestas de ficción al V FesTVal de Vitoria, cuya clausura se celebra hoy con la entrega de premios Pasión de Críticos. Tampoco es que haya en la nevera sorpresones. ¿Qué podría haber de nuevo en series como Isabel o Águila Roja? ¿Con qué nos puede a hacer reír Aída a estas alturas? ¿Qué es Dreamland, una nueva serie americana?; ¿Y El tiempo entre costuras? ¿De verdad se ha rodado esa serie o su existencia es un mero rumor? Sólo Galerías Velvet podía dar el bombazo. No obstante, al final, tanto recién llegados como veteranos han acabado sorprendiendo. El 'mucho ruido y pocas nueces' ha acabado siendo todo lo contrario en esta ocasión.

En lo que a ficción se refiere, en la oferta española de esta temporada hay para todos los gustos. Los gritos de las quinceañeras vitorianas han dado buena cuenta de ello al ritmo de los jovencitos 'fameros' de Dreamland. El experimento televisivo en el que lleva trabajando Mediaset dos años quizás no es el mejor ejemplo de dotes interpretativas por parte de sus protagonistas, pero en él indudablemente hay talento. Tendrá su público y de la serie nacerán muchas nuevas estrellas juveniles. Y eso vende. Música, chicos y chicas guapas, sexo, chicha y tramas de puro instituto.

Dreamland llegará a las pantallas en 2014 y es perfecta para Cuatro en un momento televisivo en el que el público más joven está ávido de una serie hecha y pensada únicamente para él. Todo lo contrario que Galerías Velvet, la gran apuesta de Antena 3 para este otoño. Su target es amplio, pero está destinada a generar suspiros entre las féminas. Una historia de amor con mayúsculas protagonizada por dos caras guapas y conocidas, Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre, y bajo el sello de Bambú. Galerías Velvet coquetea con lo que ya ha triunfado y rasca algo de todas las series de su misma productora. Aquí no vale eso de que el que arriesga gana. "Y encima es mucho más barata que Gran Hotel", según afirma su creador Ramón Campos. Negocio asegurado.

Isabel y Águila Roja han aterrizado en Vitoria con el respaldo de una audiencia numerosa y fiel. Esto les avala. Y TVE también. Son dos de las series con más audiencia en nuestro país y en esta temporada no va a ser menos (Isabel se reanuda el lunes; y Águila Roja, el jueves). Ninguna de las dos ficciones, de Diagonal y Globomedia, ha arriesgado. Mismo producto igual éxito; está cantado. En Isabel han ganado confianza, no hay complejos en sus nuevos capítulos. Además, si podría existir alguna pequeña duda con sus reyes, Michelle Jenner y Rodolfo Sancho, éstas se disipan. Ambos ganan en madurez, no sólo como actores sino en sus respectivos personajes. En cuanto al ninja del Siglo de Oro poco hay que decir. Se retiró de parrilla durante meses y fue recibido con los brazos abiertos por la audiencia. Los personajes no crecen sino que mantienen las características que les ha llevado tan alto durante cinco exitosas temporadas. Más vale pájaro en mano. Lo mismo ocurre con Aída. Mismo tipo de humor, un Luisma en su línea y ningún ingrediente nuevo, pero haciendo reír como el primer día. Y ya van 200 capítulos. Es ya muy nuestra.

En cuanto a El tiempo entre costuras, qué decir ya. La serie es una perita en dulce para cualquier productora y ahí Boomerang lo supo hacer. Adriana Ugarte en la piel de Sira Quiroga está descomunal y la historia contada en televisión no pierde la magia del libro de María Dueñas. Es una joya, muy cinematográfica, de talento. La podremos ver, por fin, si, a partir de octubre.