Lisi Linder

"Tengo este papel porque me lo he currado mucho"

  • La actriz gaditana encarna a la mujer de origen ruso del terrateniente Juan Rueda, una malvada "muy humana".

Si la serie de la temporada es Mar de plástico (Antena 3), la actriz revelación es Lisi Linder, una actriz gaditana (nacida en El Puerto de Santa María) que ha sabido meterse en la piel de la diabólica y enrevesada Agneska, la esposa rusa de Juan Rueda (Pedro Casablanc) que sorprende cada vez más conforme pasan capítulos. Impresiona, para empezar, que Lisi no sea rusa, sino andaluza, de madre austriaca y padre cordobés. También deja con la boca abierta que éste sea su primer personaje principal en televisión tras algunos episódicos, como el de prostituta en Gran Hotel (A-3). Su desparpajo y sus tablas vienen del teatro, en el que tiene amplia experiencia. Pero, a partir de ahora, seguro que sigue dando mucho que hablar en la pequeña y gran pantalla también.

-Mar de plástico era la gran apuesta de Antena 3 en cuanto a ficción esta temporada y no ha defraudado en absoluto. ¿Apostar por una serie con esta trama y un elenco de actores así era ir sobre seguro?

-Nunca se sabe. Hay series muy buenas que luego no funcionan en lo que se refiere a audiencia. Aunque la verdad es que Mar de plástico tiene todos los ingredientes para ser un éxito: una espectacular factura cinematográfica, un equipo técnico de primera, los guiones son un bombazo, un reparto coral de actores de primer orden encabezado, además, por Rodolfo Sancho... Siempre pensé que el 'pastel' tenía todos los ingredientes necesarios, pero siempre queda algo de incertidumbre.

-¿Es más difícil hacer de mala que de buena, o para un actor es lo mismo?

-Bueno, sí, es más difícil hacer de mala, sobre todo por no caer en los clichés de siempre. Pero mi personaje, Agneska, es una mala muy humana. Va a ir cambiando muchísimo conforme pasan los capítulos. Por eso me gustó tanto; es una mala con aristas, con dobleces, con una justificación para ser mala si puede decirse así.

-Entonces al final va a resultar que no es la mala de la serie.

-(Risas). Nunca se sabe. Hay muchas Agneskas por ahí, es una rusa completamente al uso: materialista, le gusta demasiado el dinero. Pero también tiene su corazón y es una superviviente. En Rusia lo pasó muy mal y ha venido a nuestro país para no tener que volver a pasar por eso.

-¿Es de las actrices que se prepara mucho el papel o prefiere dejar sitio a la improvisación?

-En este caso, como casi siempre, el papel en sí requiere mucha preparación, y más para alguien que no es rusa. Tengo raíces austriacas, pero de ruso ni idea. El acento me lo preparé con una chica rusa y hablé con muchísimas inmigrantes para intentar verme en su lugar. También vi películas que me recomendó el director, del tipo Promesas del este, que tratan el tema de las mafias rusas. No se trataba sólo del acento, también las mujeres rusas son más para dentro, no hablan con las manos como nosotros, los latinos, y son mucho más comedidas y reservadas en todo. Pero luchan con uñas y dientes por lo que tienen, por algo saben lo que es no tener nada.

-Vamos, que el papel no se lo han regalado ni mucho menos.

-Tengo este papel en la serie porque me lo he currado mucho, la verdad. Hicieron pruebas a más de 300 chicas rusas porque querían a alguien originaria de allí. Pero yo me presenté en el cásting con mi ropa de señora rusa, maquillada como Agneska y con mi acento bien aprendido. Tuvieron que dármelo, ja, ja, ja. Aunque esperé dos meses a que me llamaran.

-Mar de plástico, por el momento, está manteniendo muy bien la tensión de la trama como buen thriller. ¿Seguirá así toda la temporada?

-Sí, eso lo puedo asegurar. Ya he dicho que los guiones son de primera, y la tensión se mantendrá hasta el último momento, hasta el último episodio, el número 13. Pero que no se preocupen los espectadores que al final se resuelve el caso, sabremos quién es el asesino de Ainhoa. Aunque el final es completamente impactante, está increíblemente rodado y, por supuesto, sorprenderá a todos.

-No es una serie en la que veamos venir al malo, ¿eh?

-En absoluto, de eso nada. Todos los personajes evolucionan enormemente, dan una vuelta, otra, volvemos a lo mismo, nada es lo que parece. Además, ni los buenos son tan buenos, ni los malos malos de verdad. O sí. Puede ocurrir de todo.

-Tengo entendido que el rodaje en Almería fue durillo por el calor, ¿no?

-La primera parte del rodaje, que fue en el mes de julio, desde luego que sí, durillo no, durísimo. Hubo una ola de calor en toda España y en Almería, pues imagínese. Hay una anécdota del rodaje: a uno de los directores, en una toma, le dio una lipotimia y se cayó el pobre en redondo. Estaba comprobando cómo había quedado una escena y se desmayó de repente. La segunda parte del rodaje, ya después del verano, fue más llevadera.

-Supongo que el éxito de la serie asegura una renovación por una segunda temporada pero lo cierto es que aún no se ha dicho nada al respecto.

-Aún no es oficial, sí, pero pienso que es muy probable.

-Harán como otras ficciones últimamente, del tipo Bajo sospecha, que en su segunda temporada abordan otro caso distinto, ¿me equivoco?

-Sí, será un nuevo caso. Pero Bajo sospecha creo que cambia gran parte del elenco y el lugar en el que se desarrolla. En Mar de plástico el marco geográfico será el mismo, Campoamargo, y el reparto también. La historia no tiene sentido sin los invernaderos, son el eje de todo.

-Entonces ¿Agneska seguirá también en una segunda temporada?

-¡Por supuesto!

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios