Toros

Antonio Fernández Pineda: "Para hoy me he preparado a conciencia"

  • El sobresaliente de la Maestranza, odontólogo de profesión, afronta con "responsabilidad" el festejo

Antonio Fernández Pineda posa en el Puente de San Telmo.

Antonio Fernández Pineda posa en el Puente de San Telmo. / José Ángel García

El 28 de abril de 2001 tomó la alternativa en la Real Maestranza de Caballería un joven sevillano llamado Antonio Fernández Pineda (1980, La Puebla del Río). Más de dos décadas después, este padre de familia sigue vistiéndose de luces y preparado como el primer día que decidió ser torero. Esta tarde actúa como sobresaliente del encierro de Manuel Escribano con toros de Miura. "Para hoy me he preparado a conciencia", asegura el torero. Fernández Pineda, odontólogo de profesión, dice estar "muy bien físicamente por responsabilidad y respeto a la afición y a mi compañero Escribano". A ello se le suma la "ilusión de estar anunciado en Sevilla, a la que hay que venir muy preparado". Aun así, revela que su madre "es la que peor lleva" cuando hace el paseíllo sobre el albero de El Arenal.

A pesar de que se encuentre inmerso en la creación de una clínica odontológica en Gelves, el diestro cigarrero sigue pensando en el toro: "Me gusta seguir entrenando y voy a tentaderos". A ello le suma el trabajo junto a un preparador físico: "Corro mucho y toreo de salón". Y no le influye que la ganadería que puede tener enfrente sea la temida Miura: "Entreno igual que si fuera otra, porque si estoy en Sevilla doy el 200%". No obstante, pone por delante sus mejores deseos para el protagonista del festejo: Manuel Escribano. "Estoy feliz por él porque sé que él está ilusionado". Y alaba su carrera como torero: "Es un ejemplo de superación, pues ha pagado con sangre muchas veces".

Antonio Fernández Pineda toreando un novillo en la Maestranza en el año 2000. Antonio Fernández Pineda toreando un novillo en la Maestranza en el año 2000.

Antonio Fernández Pineda toreando un novillo en la Maestranza en el año 2000. / Grupo Joly

Desde que ocupa la figura de sobresaliente, Fernández Pineda sólo ha lidiado una vez. Fue en 2012 en la localidad zaragozana de Alagón. Antonio Gaspar Paulita y Daniel Cuevas celebraban el centenario del coso con toros de Lagunajanda. "Me dijeron que fuera y matara al sobrero. Le corté una oreja", recuerda el matador de toros y dentista. Una tarde en la que el sobresaliente también compartió protagonismo con los titulares. Algo que ocurrió no hace mucho en la madrileña plaza de Las Ventas. Emilio de Justo se encerró con seis toros, pero sólo pudo matar uno de ellos. Tuvo que salir el sobresaliente, el salmantino Álvaro de la Calle a lidiar los cinco restantes. Lo hizo con corrección y ahora su nombre suena para estar acartelado en lo que resta de temporada. "Si me ocurre eso no sabría qué decirte", reconoce Fernández Pineda, que "intentaría apostar por la calidad más que por la cantidad" en el caso de que le llegaran oportunidades de torear.

Además de torero, Fernández Pineda es un gran aficionado: "Estoy viendo toda la Feria, que está siendo importante porque el nivel de los toreros es bueno y hay muchos toros que se están dejando". Destaca el triunfo de Daniel Luque: "Me encantó y me alegro por él". Y también el festejo del 24 de abril: "El día de la oportunidad me gustaron todos, no sólo los que cortaron oreja".

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