Las Fallas se cierran con la sangre de Aguilar, revelación del ciclo
El madrileño consigue un trofeo tras una notable actuación en la que se mantiene herido en el ruedo · Tomás Sánchez corta una oreja · Mal lote para Rafaelillo
GANADERÍA: Corrida de Adolfo Martín, cinqueña, bien presentada y astifina; y de juego desigual, con el denominador común de la blandura. TOREROS: Rafael Rubio 'Rafaelillo', de grana y oro. Pinchazo hondo y dos descabellos (silencio). En el cuarto, estocada (silencio). Tomás Sánchez, de verde y oro. Estocada (oreja tras aviso). En el quinto, dos pinchazos y estocada (saludos tras dos avisos). Alberto Aguilar, de azul y oro. Pinchazo y media (vuelta tras aviso). En el sexto, dos pinchazos y media estocada (oreja). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Valencia. Media entrada. Retransmitida por Digital Plus. Alberto Aguilar recibió una cornada en la pantorrilla izquierda de 10 centímetros de extensión, de pronóstico reservado.
La Feria de Fallas acabó teñida de rojo: la sangre del triunfador del festejo y revelación del ciclo, Alberto Aguilar, quien cayó en una actuación en la que conjugó hombría y buen toreo.
El sexto toro, de cornamenta alirada, cinqueño, cuajado, le metió el pitón en la pierna izquierda a Aguilar, cuando el diestro vaciaba un pase de pecho. El torero madrileño había apostado fuerte ante este astado que de salida intentó saltar al callejón y que en la muleta embistió bien por el pitón izquierdo y tuvo peligro por el derecho. El debutante lo recibió con una larga cambiada de rodillas en las rayas. Con la muleta, toreó despacio con la diestra y hasta consiguió algunos naturales sueltos de buen trazo. Tras la cogida, el torero se levantó sin mirarse, entre tanto la sangre le empapaba la media. Cojeando, cuadró al toro. Y tras un pinchazo y una estocada fue premiado con un trofeo que mostró camino de la enfermería, a la que entró por su propio pie. Con anterioridad, en el tercero, un animal de pitones arremangados, sin fondo, Aguilar llegó a lucirse en muletazos templados con la diestra. Por el pitón izquierdo, con un astado mirón y topón, el trasteo no pasó de porfión.
El local Tomás Sánchez, muy apoyado por sus paisanos y también muy dispuesto, cortó una oreja al segundo toro de la tarde, de generosas velas y mansedumbre. El astado, que comenzó su lidia saltando al callejón, resultó incómodo para un torero sin apenas rodaje, que se la jugó a carta cabal en un trasteo voluntarioso por ambos pitones, Mató con decisión, al primer envite y ganó premio.
Tomás Sánchez volvió a tragar con el quinto, un toro con un buen pitón izquierdo y que desarrolló peligro por el derecho. El diestro fue volteado, sin consecuencias, en su desigual labor de faena, y nuevamente fue cogido feamente, aunque por fortuna sin que le calase el toro, en la suerte de matar.
Al murciano Rafaelillo le abandonó la diosa Fortuna en el sorteo y se las vio con un lote imposible para el lucimiento; ni tan siquiera para luchar guerreramente, como es su costumbre. Su primera labor, voluntariosa, careció de emoción, ante un astado blando y gazapón. Tampoco mejoró la cosas con su otro astado, blando y tan descastado, que se echó a comienzos del trasteo.
En un festejo accidentado, con unos adolfos que decepcionaron en gran medida, destacó un Alberto Aguilar que, pese a que no es torero de ferias, conoce el percal y tiene valor, oficio y talento para hacerse un hueco en las grandes citas. De momento, su próximo compromiso en plaza de primer orden lo tiene en la Maestranza, en la Feria de Abril, ante la corrida de Dolores Aguirre.
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