Jiménez López, dos orejas en la novillada de la escuela algecireña

Nieto, Ortiz, Domínguez López, Pacheco y Luque cortan una oreja a una novillada de Ana Romero, brava y de gran juego. El público llena media plaza de Las Palomas

El algecireño Jiménez López rematando con el de pecho una de las serie al novillo de Ana Romero.
El algecireño Jiménez López rematando con el de pecho una de las serie al novillo de Ana Romero.
José M.laza / Algeciras

16 de septiembre 2012 - 01:00

La Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras volvió a demostrar ayer su poder de convocatoria en su tradicional novillada en clase práctica del verano. Y es que la afición algecireña arropó en casi media plaza a los jóvenes valores entre los que destacó Jiménez López al cortar dos orejas a un buen novillo de Ana Romero. La novillada resultó muy buena, con novillos bravos, con transmisión y nobleza. Jiménez López dejó claro que tiene oficio y que está para subir un nuevo escalón.

Otro de los destacados de la tarde fue el algecireño Jerónimo Domínguez Mena, que debutó ayer en público. Demostró maneras y ligó buenos muletazos por el izquierdo. Ojo a este nuevo valor de la escuela. Actuación importante, donde apenas se le notó la responsabilidad propia de la primera vez ante el público.

Tampoco se quedó atras el novillero de la Escuela de Málaga Samuel Ortiz. Cuajó una faena medida, llena de detalles y con muletazos de gran nivel por el derecho a buen novillo.Paseó una oreja de no haber fallado con la espada podía haber salido a hombros.

Otro trofeo paseó el almeriense Rubén Martínez y el torero linense Miguel Pacheco, que mató un añojo con el que puso más corazón que cabeza.

Abrió plaza Jesús Nieto que paseó una oreja tras una faena en la que destacaron dos buenas series con la mano izquierda a otro bravo novillo de Ana Romero. La tarde se cerró con una faena de menos a más de Diego Luque, otra promesa de la escuela algecireña. Paseó una oreja.

Y para la próxima la organización debe cuidar mejor el apuntillar a los novillos. Tuvo que salir en los tres últimos el matarife de las carnes. Y otro asunto es controlar más el callejón. Ayer era la M-30 en hora punta. Había mucha gente y los profesionales no podían realizar cómodamente su labor.

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