Un gran Joselito Adame corta tres orejas y acaba herido

Joselito Adame fue cogido por su segundo toro cuando entró a matar.
Joselito Adame fue cogido por su segundo toro cuando entró a matar.
Efe Burgos

29 de junio 2015 - 01:00

COLISEUM BURGOS Ganadería: Se lidiaron seis toros pertenecientes a la ganadería de La Quinta, bien presentados y de buen juego en su conjunto. Los mejores, los tres primeros y, sobre todo, el sexto. Los lidiados como cuarto y quinto se rajaron pronto. TOREROS: Fernando Robleño. Estocada ligeramente tendida (oreja); y estocada (palmas). Manuel Escribano. Estocada (oreja); y tres pinchazos y estocada (ovación tras aviso). Joselito Adame. Gran estocada (oreja); y estocada (dos orejas). INCIDENCIAS: Coliseum Burgos. La plaza tuvo casi tres cuartos de entrada en los tendidos. El mexicano Joselito Adame herido al entrar a matar al sexto, el cual le infirió una cornada de trayectoria ascendente en el muslo derecho. Fue trasladado al Hospital Universitario de Burgos, donde fue intervenido.

El diestro mexicano Joselito Adame logró en Burgos un gran triunfo de tres orejas con la corrida de La Quinta, aunque, al final, acabó resultando herido al entrar a matar al sexto toro de la tarde, lo que le privó de salir a hombros de coso castellano.

Robleño abrió pronto el marcador de la tarde con una oreja del toro que abrió plaza, un buen ejemplar de la Quinta, al que sometió sobre todo por el pitón derecho. En el cuarto, en cambio, se estrelló de bruces el madrileño con un astado que se rajó a las primeras de cambio, imposibilitando el lucimiento del diestro.

Manuel Escribano, que ayer debutaba en Burgos, cayó de pie entre la afición burgalesa por la entrega y variedad que mostró en los tres tercios de sus dos faenas. A su primero lo recibió rodilla en tierra, antes de recetar un bonito quite por chicuelinas. Puso banderillas con facilidad y vistosidad el de Gerena, que instrumentó después de una labor de muleta, principiada a base de pendulazos y argumentada en el toreo en redondo. En el cuarto volvió a brillar poniendo rehiletes, clavando hasta un cuarto par a petición del respetable. La pena fue que en la muleta el toro se fue rajando y la faena no pudo pasar de intermitente a pesar del empeño que puso el torero.

Lo mejor de la tarde brotó de los trastos del mexicano Joselito Adame, que al final cambiaría el sabor de la gloria por la hiel de una cornada.

En su primer astado gustó mucho toreando a la verónica y en un posterior quite por chicuelinas. Muleta en mano, alternó las dos manos el hidrocálido en una faena de muy buena compostura y que fue premiada con una oreja.

En el sexto llegó lo gordo. Una faena cumbre y completa, en la sorprendió con un vistoso quite por lopecinas, y en la que de nuevo lo bordó en el toreo a derechas a izquierdas, provocando el fervor de los tendidos, que disfrutaron y mucho con Adame. La pena fue que al entrar a matar resultó dramáticamente cogido, cambiando así la Puerta Grande por la enfermería y posterior traslado hospitalario para ser atendido.

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