Novedoso cartel de toros para Lepe
Paco Alba, Miguel Carrasco y Juan José Orta componen la cita para el día 20 de junio l La corrida supone la reaparición de Carrasco l El onubense Salvador Ortega será el empresario del festejo
AYER se presentó en el teatro municipal de Lepe el cartel de lo que habrá de ser la corrida a celebrar el día 17 en la portátil de la localidad onubense. Tarde de lujo e ilusión por una convocatoria que pone de nuevo a Lepe en el candelero del circuito provincial taurino.
Un cartel donde se reúnen varios argumentos novedosos por cuanto supone la vuelta de la Fiesta taurina a Lepe, porque lo hace con un torero de la localidad convertido ya en matador de toros como es Juan José Orta El Lepero y con un veterano ya conocido por estos lares onubenses como es Paco Alba, de quien sin duda los aficionados recordaran su encerrona en Ayamonte frente a un encierro con el hierro de Concha y Sierra del que salió triunfador.
El acto, presidido por el alcalde de la localidad, Manuel Andrés González, y en él estuvieron presentes también los matadores de toros Miguel Carrasco y Juan José Orta, junto al empresario onubense Salvador Ortega, que es quien propicia este retorno de los toros a Lepe.
Acto con seriedad y buenos deseos por parte de todos para que la aventura llegue a buen puerto y el deseo de que tan particular ocasión goce de la atención del aficionado y desemboque en un buen resultado artístico que induzca a esa idea que el propio empresario sacaba a relucir en conversación con esta redacción respecto a un segundo espectáculo esta temporada en la población lepera.
El ganado a lidiar esa tarde pertenece al hierro de Los Derramaderos, de procedencia Núñez
Dicho quedó que el festejo del día 17 en Lepe da la oportunidad de reaparición a un torero que fue santo y seña de la torería andante de esta provincia. Su etapa como novillero prometedor le anunció por todas las ferias provinciales cuando el calendario señalaba el año 1990, sin duda la época de más apogeo en su carrera artística de la mano del entonces apoderado Paco Dorado.
Cortegana marca su debut con picadores y es la misma población la que señala su alternativa en el año 95, de manos de Fernando Cepeda y Pauloba como testigo, frente a una corrida de Carlos Núñez a la que cortó cuatro orejas y un rabo.
Ese fue prácticamente un corte casi definitivo en su carrera profesional hasta que por un tiempo se decidió a coger los palos y vestirse de torero en varias novillas de rejones.
Entre medio quedan tres novilladas en La Maestranza y una superior actuación junto a Jesulín y Chamaco en la novillada de Colombinas de 1990, en la que logra cortar tres orejas a una buena novillada de Juan Pedro.
Saco a relucir todo este bagaje porque quiero hablarles de un torero que ilusionó y mucho a esta afición. Una legión de seguidores que se hacían impenitentes viajeros por todas las carreteras de esta provincia para dar fe que la sede de la peña que llevaba el nombre del torero, ubicada en los bajos de la plaza de toros de La Merced, tenia vida.
El otro día, cuando el torero le pidió vacas al ganadero Manuel Ángel Millares, llegó la extrañeza del periodista por ver cuál era la pretensión del torero. La duda quedo aclarada después de la segunda vaca. "Voy a probarme porque pienso reaparecer esta temporada". Así de escueto y así de simple se marcaba de esta forma la decisión de un torero que después marcó con la muleta momentos de aquel toreo bonito y profundo que ese Carrasco novillero ejecutó durante su incipiente carrera.
"Estoy decidido, me ilusiona la idea de ponerme delante de un toro y creo que todo puede salir de forma muy positiva".
Miguel Carrasco es desde luego consciente de que los tiempos pintan difícil para comenzar de nuevo la aventura, pero a poco que se ahonde un poco en su idea se descubre que la sensatez sigue siendo un valor en alza en su persona y en quienes le rodean.
"En principio, el objetivo es probar y hacer realidad una ilusión, los pocos festejos que pueda tener me los van a dar los empresarios amigos y ya después lo que tenga que llegar, llegará".
El resultado de una tarde de tentadero deja posos buenos y alentadores de cuanto dejó atesorar el tiempo en su particular tauromaquia. Buena colocación frente a la vaca, muletazos profundos y bellos y un sitio frente a la res que la inactividad no ha quitado, aunque parezca demasiado tiempo de inactividad.
Por su parte, Juan José Orta representa sin duda un futuro muy esperanzador y ojalá encuentre en el toro la respuesta a tanta ilusión como derrocha.
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