Perera y Roca, buenas sensaciones
El pacense y el limeño cortan sendas orejas en un festejo de máxima expectación, en el que se colgó el "No hay billetes"
López Simón falla ante un buen lote
Corrida seria y muy interesante de Victoriano del Río
Con más de una veintena de festejos continuados, el público sigue asistiendo a Las Ventas masivamente en este San Isidro. Ayer, no cabía ni un alfiler. Gran expectación con un resultado que dejó en su conjunto un buen sabor de boca porque se vieron bastantes cosas buenas.
Miguel Ángel Perera, López Simón y Roca Rey cumplieron su última participación en la feria. Perera y Roca consiguieron cada uno un trofeo y Simón se marchó de vacío. Una terna que se enfrentó a una corrida de Victoriano del Río de elevado peso, pero muy bien presentada, seria, muy interesante y de juego dispar, siendo los mejores segundo, cuarto y quinto.
Perera, que no remató ante su primer oponente, destacó en su segundo, al que cortó una oreja. Ese quinto, pese a sus 640 quilos, estaba bien hecho. Toro serio, que derrochó nobleza. El pacense, que manejó bien y con variedad el capote, apostó fuerte. En los medios abrió con un muletazo por la espalda. De largo, descolló especialmente con la diestra por temple y ligazón, con un toreo despacioso en la primera tanda. Pases de pecho, uno de ellos monumental, un molinete improvisado y algún muletazo como recurso mantuvieron el listón alto en una faena que remató de estocada y por la que cobró una oreja.
Con su anterior oponente, un tío, de 590 quilos y unas velas pavorosas, con casi seis años de edad, a Perera le faltó limpieza en su trasteo con un toro al que le faltó entrega. Mató de casi entera y su labor fue silenciada.
Roca Rey ganó su premio por una faena en la que se impuso a un toro manso de 639 quilos, pero que metía bien la cara. Roca, dispuesto, aguantó una colada en un estatuario. Junto a toriles logró lo mejor con la izquierda, fundamentalmente en una serie con naturales muy templados y en una tanda de muletazos de mano baja con la derecha. Jugó con las querencias del manso, con circulares invertidos y cambios de mano. Mató de certera estocada y cobró una oreja.
Con el que cerró plaza, bajo, un ejemplar sin clase y con embestidas descompuestas por el izquierdo, Roca, tras un par de tandas de peso con la derecha, no consiguió que la labor cobrase vuelo. Mató de estocada para ser silenciado.
López Simón, sin claridad de ideas, falló ante un buen lote. Con el castaño segundo, bien presentado, realizó una faena con altibajos ante un toro que embestía con fijeza, nobleza y que humillaba. Logró lo mejor en dos tandas diestras, bien cimentadas en la ligazón. Con la izquierda no hubo acople y remontó con unas luquecinas. Mató de estocada y fue ovacionado.
El quinto, con cuajo, fue un gran toro. Bravo, pronto y que, con alegría, dio un gran espectáculo en varas, donde brilló Tito Sandoval, quien derribado en un primer puyazo picó acertadamente en el segundo encuentro y aguantó con valor y vara en alto otra gran acometida del astado. Ovación de órdago y muy merecida. López Simón comenzó de manera vibrante, de rodillas, con la diestra. Por ese lado logró varias tandas con ligazón y muletazos largos. Cuando se echó la muleta a la izquierda, el toro embistió sin fijeza por ese pitón. A partir de ahí el trasteo se diluyó. Mató de pinchazo y falló con los aceros para ser silenciado.
Uno de los espectáculos con mayor expectación del ciclo isidril se saldó con buenas sensaciones toreras, en conjunto, de Miguel Ángel Perera y Andrés Roca Rey, que cortaron una oreja cada uno en una corrida de Victoriano del Río seria y muy interesante.
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