Solitaria oreja para El Fandi en un cierre gris de la Feria de Almería

El Fandi prende un par de banderillas a su primer toro.
El Fandi prende un par de banderillas a su primer toro.
Juan Rubio / Almería

31 de agosto 2014 - 01:00

Una solitaria oreja a cargo del torero granadino David Fandila El Fandi al primer toro de su lote fue el pobre balance artístico con el que se cerró la feria taurina en honor a la Virgen del Mar de Almería.

El matador de toros local Ruiz Manuel lidió un primer toro sin excesiva fuerza, al que mandó no castigar en el caballo. Y aunque no tuvo calidad en la muleta, sin apretarle y llevándole a media altura, logró el almeriense muletazos notables por el lado derecho, extrayéndole todo lo que tenía dentro. Su buena labor no tuvo el refrendo de la espada.

El cuarto fue un astado de pelaje castaño y serio en su conformación, que enseñaba las puntas. En cuanto al juego, no tuvo fijeza en los capotes. Ruiz Manuel brindó al público una faena que inició doblándose por abajo para pasarse después al animal con temple y cadencia en series que llegaron al respetable, a pesar de faltarle la emoción de un toro con mayor fortaleza. Por el pitón izquierdo, el torero ligó tandas de gran calidad.

Faena completa del almeriense, que alargó su quehacer escuchando el primer aviso antes de entrar a matar.

David Fandila El Fandi, que recibió con larga cambiada en el tercio a su primero, intercaló después verónicas y chicuelinas, que fueron muy aplaudidas. Cambió el tercio con un sólo picotazo para calentar los tendidos con las banderillas, con un par de la moviola, otro fantástico de poder a poder y un tercero al violín saliendo desde el estribo.

El matador de toros granadino brindó al público y en el centro del platillo, de rodillas, lo recibió por derechazos. Lo mejor vino con las series por el pitón izquierdo, estando firme también con la espada.

En el segundo de su lote, de nuevo fue todo un espectáculo El Fandi en el tercio de banderillas, con otros tres grandes pares y un cuarto más de regalo al violín. La plaza, en pie.

Sin embargo, en la muleta, presentó complicaciones el astado de Benjumea con embestidas tardas y descompuestas, con lo que no le quedó otra al torero granadino que abreviar, marrando en esta ocasión con el descabello.

El tercero de la tarde fue un toro que no tomaba la muleta con nobleza, entrando rebrincado por los dos pitones, soltando la cara y sin terminar de humillar. Fandiño estuvo animoso con pases de uno en uno pero sin redondear nada.

El que cerró plaza llegó muy parado a la muleta, por lo que había que consentirle mucho para que la tomara aún a regañadientes, y el matador de toros de Orduña aprovechó esta cualidad del astado de Benjumea aunque tampoco pudo armar faena.

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