Plaza de la Maestranza: una fiesta para las familias

VÍSPERAS TAURINAS

El ruedo del coso del Baratillo volvió llenarse de aficionados de todas las edades en su jornada de puertas abiertas

Todos los presentes pudieron sentir el tacto de los útiles del toreo

El taller de toreo para escolares y universitarios rebasa los 1.000 participantes

Jornada de puertas abiertas en la Maestranza de Sevilla / Foto: Antonio Pizarro / Vídeo: Empresa Pagés

Una imnesa fiesta familiar y taurina. Sería la mejor definición de la décima jornada de puertas abiertas organizada por la empresa Pagés en la plaza de la Maestranza poniendo al alcance de todos los aficionados el mismo ruedo e idénticos útiles de torear que manejan los hombres de luces en las tardes de miedo y sol. La cita, coordinada por José Enrique Moreno al frente de la agencia Toromedia, ya se ha convertido en un auténtico clásico de la antesala del ciclo continuado de festejos que este año se adelanta al domingo de la amplia preferia. Sólo quedan dos días para que el mismo ruedo en el que los aficionados toreaban ayer al toro del aire vuelva a ver recortarse al dios toro...

La dinámica fue idéntica a la de años anteriores: los talleres de toreo de salón están dirigidos por los monitores del Club de Aficionados Prácticos con el diestro Eduardo Dávila Miura -que ya se preconiza para presidir su Hermandad de la Macarena- al frente de los distintos equipos. El atractivo es el mismo para todas las edades. Los aficionados que lo desean pueden empuñar un capote de brega; ensayar lances al viento o dibujar muletazos de ensueño al aire cálido de esta primavera retrasada que ya apunta al florido mayo. No queda ahí la cosa. La cuadra de Enrique Peña dispone un caballo de picar para que los aficionados y curiosos puedan atisbar la misma perspectiva que los varilargueros sin la tensión de tener un toro delante. Se puede ensayar la suerte de banderillas, pisar el luminoso albero... sentir, en definitiva, el mismo universo sensorial que rodea a los toreros en la luminosa plaza de la Maestranza.

El taller de este viernes, sin embargo, tenía algunos matices especiales. Los novilleros Javier Zulueta y Marco Pérez compartieron con las familias presentes y los aficionados, especialmente los más jóvenes, sus inquietudes e ilusiones antes de afrontar la trascendental cita del próximo lunes. El sevillano y el salmantino alternarán mano a mano con una novillada de Talavante en la recta final de sus respectivas trayectorias como novilleros con picadores. Ambos tienen ya sus respectivas alternativas anunciadas: Marco Pérez en la próxima feria dePentecostés de Nimes y Zulueta, por su parte, en el ciclo septembrino de San Miguel. Ambos contarán con el padrinazgo de Morante de la Puebla y ayer atendían con una sonrisa a los que les solicitaban una fotografía o la firma de un autógrafo. Ambos valoraron muy positivamente esta iniciativa de la Empresa Pagés y aseguraron haber disfrutado sobre todo “por la mucha gente de nuestra edad que ha venido a saludarnos y hacerse una foto con nosotros e incluso muchos niños”.

La presencia de Javier Zulueta y Marco Pérez fue uno de los grandes alicientes de la actividad.
La presencia de Javier Zulueta y Marco Pérez fue uno de los grandes alicientes de la actividad. / Toromedia

Los veteranos diestros José Ortega Cano y Tomás Campuzano se sumaron de forma espontánea a la iniciativa. El primero de ellos acompañado de su hijo José Fernando. Dicen que quiere ser torero. Tomás, por su parte, se hizo presente acompañado los alumnos de la escuela taurina que ha organizado en Triana.

José Enrique Moreno aportaba cifras al final de esta jornada de puertas abiertas que un año más ha desbordado cualquier previsión. “Esta iniciativa pretende crear afición y permitir a personas de todas las edades tener un contacto directo y práctico con la plaza y los principios básicos de la Tauromaquia” señaló Moreno precisando que el número de participantes sigue creciendo -la tarde radiante y calurosa también acompañó- y se acercó a los 6.000 participantes. La plaza de la Maestranza, en definitiva, se convertía en el epicentro del toreo en las dos horas largas que duró la actividad.

Al fin y al cabo se trataba de recuperar, al menos por un día, el carácter de ágora urbana que está en el origen de los cosos taurinos. Hay ganas de toros. Un año más, pese a quien pese, vuelve la fiesta en su mejor escenario.

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