Resurrección en Sevilla: en las puertas de un año trascendente

La suerte está echada. Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Daniel Luque ya velan sus armas antes de hacer el paseíllo en la corrida más lujosa del calendario taurino mundial. Los toros escogidos para la ocasión pertenecen a la divisa de Joaquín Núñez del Cuvillo. La plaza de la Maestranza saca sus mejores galas en este festejo con rango de acontecimiento que oficia cada año de apertura de la esperada temporada taurina sevillana que este año, ya lo saben, no será televisada.

La corrida, como toda la campaña diseñada por la empresa Pagés, tiene sus propias claves empezando por la vuelta de Morante, prácticamente un año exacto después de su última comparecencia en el ruedo sevillano en un año aciago que culminó fundido a negro por culpa de sus recurrentes problemas de salud mental. El diestro de La Puebla oficia como base del abono que arranca hoy. A la cita de esta tarde se suman los tres bolos primaverales y el compromiso otoñal de San Miguel hasta sumar las cinco tardes apalabradas con Ramón Valencia. Ya se ha escrito en otras ocasiones: la incógnita es hermosa pero tan impredecible como llena de riesgos...

La presencia del genio cigarrero, reaparecido el pasado 29 de marzo en Almendralejo, era indiscutible. Pero la confección del resto del cartel no ha sido ajena a los vaivenes de la política taurina. La ausencia voluntaria de Roca Rey abría la puerta a Daniel Luque, acreedor natural del puesto en esta cita pascual por su excelente hoja de servicios en el coso maestrante y en el desarrollo de las últimas temporadas. Roca sigue sin querer torear a su lado -ejerce un férreo y evidente veto en las últimas temporadas- pero, de una u otra forma, le ha dejado la pista libre esta vez.

Sí había habido discusión y reacción en el encaje de Alejandro Talavante en un hueco que, en el sentir de los aficionados, debía haber tenido otro destinatario más que evidente. La empresa optó en su momento por premiar la tibia Puerta del Príncipe lograda por el extremeño -un torero apoderado por Simón Casas- en la pasada feria de San Miguel poniendo en bandeja evitar otras componendas. Lo dejamos ahí...

Méritos y justificaciones

Hay que volver a la figura de Morante, protagonista de los más hermosos recitales interpretados en el coso maestrante entre el otoño de 2021 y la primavera de 2023 que, con el rabo del toro Ligerito de Domingo Hernández, marcó su propia cúspide taurina antes de que los demonios de su trastorno de personalidad condenaran las siguientes temporadas e incluso comprometieran el futuro taurino y personal de uno de los mejores toreros de nuestra vida, de toda la historia del toreo.

En esa línea de atractivos hay que ubicar la presencia de Luque. El impresionante nivel técnico y artístico, su apabullante capacidad y sentido creativo le convierten en uno de los hombres clave del abono que hoy comienza. Bien tratado por la empresa, el diestro de Gerena parte de la línea de los favoritos en la que no figura, con o sin el regalo de este contrato pascual, Alejandro Talavante que, con otros toreros amortizados, navega por el sistema bajo el amparo de la casa que le apodera, que es la que corta el bacalao en la alacena del toreo.

Pero hablar de la Maestranza y la empresa Pagés en el arranque de la temporada 2025 implica hacerlo también de ese contrato casi centenario, subrogado a través de tres generaciones, que vincula a ambas partes desde diciembre de 1932. El acuerdo tiene fecha fija de finalización: el 31 de diciembre de este 2025 por más que el empresario del coso del Baratillo apostara por una prórroga automática de un año atendiendo a la temporada en blanco del covid. ¿Lo entenderán así también sus caseros?

Todo se desarrola en el mayor de los sigilos pero, en cualquier caso, la resolución del contrato en sus actuales parámetros coincide también con la elección de un nuevo teniente de Hermano Mayor al frente del cuerpo nobiliario que tendrá que renovar al actual empresario o recibir al hipotético candidato que lo sustituya. Hay más coincidencias que se suman al mismo panorama: este tiempo de mudanzas ha venido a coincidir con la sentencia que ha dado la razón a los maestrantes en el doble pleito interpuesto por sus caseros en torno al IVA y el aprovechamiento turístico de la plaza y su museo, que Valencia sí había ganado en primera instancia. Cambian las reglas del juego pero en medio de todo, y con la temporada en el centro, se abre un tiempo de revisión que respetará la tregua primaveral. Comienza un nuevo año de toros.