El matador de toros sevillano Manuel Escribano, que tiene fijada su residencia habitual en Tarida, fue operado de urgencia a mediodía de ayer para restablecerle el riego sanguíneo en la pierna derecha. Parece ser que una lesión en la misma pierna, producida por una voltereta el año pasado en la plaza de Alicante, interfería el flujo circulatorio normal.

El diestro fue visitado ayer por sus familiares y los miembros de su cuadrilla ante quienes se mostró optimista en cuanto a su convalecencia y convencido de que, pasado el susto, pronto volverá a dejarse ver en los ruedos.

El diestro gerenense había sido operado en la tarde del sábado por el equipo del doctor Reyes en la enfermería de la plaza de toros de Alicante, donde fue cogido por su segundo toro en la suerte suprema, recibiendo una cornada que le seccionó la vena fermoral y la safena interna, así como otra cornada que le evisceró el testículo izquierdo.

El torero, al que llevaron las asistencias de inmediato a la enfermería, llegó a perder casi litro y medio de sangre. Escribano, tras la citada nueva intervención de ayer, continúa ingresado en estado muy grave en la UCI del Hospital Perpetuo Socorro de Alicante, aunque los dodctores envían un mensaje de moderada tranquilidad.