Deidades escultóricas con raíces chilenas

Después de varios años trabajando por encargo y sin exponer, el escultor Carlos Germán -chileno de nacimiento pero sevillano de adopción desde hace 20 años- exhibe estos días en el Centro Cívico Las Sirenas una veintena de obras en las que se aprecia la mezcla de técnicas vanguardistas con materiales como el acero cortén, acero inoxidable, bronce, hierro, cristales de cuarzo y vidrio. Derrotado, Frutos de árbol, Deidad laurel, Deidad triángulos femenina, Puesta de sol y Marea lunar son los títulos de algunas de las esculturas, la mayoría inspiradas en temas extraídos de la naturaleza. De padre español y madre chilena, el artista llegó a Madrid a los 14 años, a principios de los 70. "Viví en muchas provincias: Madrid, Murcia, Vizcaya, Barcelona, Sevilla. Y siempre alternaba mi formación con el trabajo". Fue en los años 80, durante su segunda estancia en Madrid, cuando profundizó sus conocimientos en las artes plásticas al tomar contacto con escultores destacados como Pablo Serrano, Julio López Hernández o Martín Chirino. Para el artista, el arte es más fácil de lo que parece: "Hay que quitarle trascendencia a las cosas, ir al origen de las cosas y verlas de forma sencilla. Hay que aprender las técnicas y reproducir las cosas tal como las sientes. No hay que irse muy lejos, ni filosofar. Si, en tu camino, pones muchos pensamientos por medio, nunca llegas al final". La muestra de Carlos Germán permanecerá en el Centro Cívico Las Sirenas hasta el 4 de noviembre.