Padres en pie de guerra contra el TDAH

Mario tiene 8 años y desde los 3 va al psicólogo, aunque él prefiere llamarlo "el médico de portarse bien". Gema, su madre, sabía que la hiperactividad y los impulsos que su hijo manifestaba no eran normales, hasta que al fin, a los 5 años, a Mario le diagnosticaron TDAH, un trastorno biológico crónico de origen neurológico que afecta a un 7% de la población infantil y que provoca en los niños hiperactividad, impulsividad y/o déficit de atención. "Desde fuera, lo ven como un niño maleducado, en el colegio lo tachan de vagos y tú te llevas todo el día riñiéndole. Al principio te sientes mal, piensas que no eres una buena madre", recuerda Gema Aguilar, presidenta desde hace un año de la Asociación de Padres y Afectados con Trastornos Hipercinéticos (Aspathi), asociación creada en 2001 y que cuenta con 180 socios (familias). Gema Aguilar considera que el diagnóstico precoz es fundamental. "Los niños necesitan un tratamiento psicológico, farmacológico y psicopedagógico para que tengan una vida normal y sepan controlar su conducta; además, los padres tienen que saber llevar la enfermedad". Desde la asociación asesoran a padres y afectados, y luchan por una atención especial en el colegio y la formación de los profesores. Sin embargo, la asociación carece de recursos suficientes. "Necesitamos que la Administración pública nos ayude más; no tenemos una sede, nos reunimos en los centros cívicos y no todas las familias pueden hacer frente a los caros tratamientos psicológicos y farmacológicos".