La apuesta por la comida callejera

El acento de la recepcionista del Oasis Backpapers Palace deja claro que no es de origen sevillano, al igual que la mayoría de huéspedes que se alojan en este albergue situado en la calle Almirante Ulloa, muy cerca de la Plaza del Museo. El carácter urbano y cosmopolita de este hostel combina muy bien con la filosofía de Andalucía Popup, un movimiento que fomenta el conocimiento del street food -comida callejera en inglés- desde un punto de vista gourmet y que se difunde a través de eventos pop up, es decir, efímeros, temporales. La primera de estas iniciativas se desarrollará esta tarde, a partir de las ocho, en la azotea del Oasis Backpapers Palace, que enmarcará a la propuesta culinaria de Andalucía Popup entre los tejados del centro de la ciudad.

Detrás de esta corriente hay un grupo de jóvenes emprendedores procedentes de Málaga y Sevilla que, hace cinco meses, comenzaron a poner en marcha una idea que ha unido Héctor Domínguez y Antonio García, arquitectos; Laura Escobar, periodista; Vicente Ortega, economista; José Blanco, empresario de hostelería; y Manuel Molina, un topógrafo que ha desarrollado su carrera profesional en el mundo gastronómico. "El street food es una corriente que ya ha llegado a Madrid y a Barcelona. Nosotros queremos traer el movimiento a Andalucía", cuenta el sevillano, pese a que reconoce haber encontrado algunas trabas administrativas en intentos anteriores de crear proyectos similares.

Para dar a conocer la cocina callejera, el chef malagueño Amador Fernández dará esta tarde una charla introductoria para explicar los principios del street food y sus posibilidades tanto a nivel comercial como desde el punto de vista formativo, es decir, en referencia a su inclusión dentro de los temarios de la escuelas de hostelería y los distintos eventos que se organizan. Después del comienzo teórico, los asistentes podrán disfrutar de cuatro propuestas gastronómicas que ya siguen estas tendencias y que ocuparán gran parte de la azotea del albergue en la zona de expositores. Los puesteros, como ellos llaman a los empresarios participantes, serán Kiosko La Bicicleta, La Cayejera, La Burratina y ShushiThai.

El chef Jaime Romero comanda La Bicicleta, en los Bermejales, y ofrecerá una reinvención de las tapas clásicas, además de tartares y tatakis, sin olvidar nunca su apuesta por el concepto kilómetrocero, es decir, la utilización de productos locales. Desde Nervión, la cocinera Thiya Singhanu se centrará en platos japoneses y tailandeses, aunque con un guiño a la gastronomía española.

La Burratina es un concepto creado por José Blanco basado en la mozzarella italiana fabricada en Andalucía y que estará presente entre los puestos del mercado gourmet Lonja del Barranco, que abrirá el próximo otoño. "La burrata es un plato realizado a partir de este queso italiano, un producto que ya está en las cartas de varios locales sevillanos", cuenta el Blanco. Massimo, el quesero romano que se encarga de cocinar las burratas en Málaga, hará una demostración en vivo.

Uno de los momentos más esperados de la tarde será la ponencia de Cayetano Gómez, impulsor de La Cayejera, un food truck -literalmente, camión de comida- que funciona en Sevilla desde principios de junio y que va rotando por 12 ubicaciones a lo largo de la capital hispalense. Gómez y su compañero, Rafael Cañas, aportarán al evento el concepto slow fast food, que consiste en proporcionar una oferta culinaria de calidad en poco tiempo a partir de hamburguesas, cremas frías y woks. Los platos de estos cuatro restauradores estarán acompañados por vinos blancos, rosados y espumosos proporcionados por la distribuidora Delicious Tienda Gourmet.

La intención de estos amantes de la gastronomía es democratizar el street food, por lo que sus precios deben ser adecuados a la situación económica actual: "Tener un puesto en la calle es más barato que tener un local. La disminución de los costes de producción repercute en el consumidor", explica Blanco. Por ello, el precio acordado para los platos -más grandes que una tapa convencional- que se servirán esta tarde rondará los 3,5 euros.

El próximo paso de estos foodies es su presentación en Málaga, pero su intención es seguir organizando eventos como el de hoy en otros espacios de Sevilla. "Además de las azoteas, hay edificios, como las naves de La Raza, que son muy apropiados para estas iniciativas pop up, que también aúnan otras disciplinas como la música, la moda o el diseño", cuenta Héctor Domínguez. De momento, los apasionados de la gastronomía tienen hasta la medianoche de hoy para conocer el street food y apuntarse a esta corriente, que comienza con una vertiente solidaria, ya que parte de los beneficios de la jornada serán destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer.