El castillo de Sancti Petri se vuelve fenicio

El castillo de Sancti Petri se vuelve fenicio
El castillo de Sancti Petri se vuelve fenicio
Redacción San Fernando

03 de agosto 2014 - 01:00

El castillo de Sancti Petri es el último retiro artístico del muralista Antoni Gabarre. El artista se inspira, entre otras cuestiones, en su entorno marítimo para realizar un nuevo trabajo del que pueden disfrutar los visitantes en las distintas rutas que desarrolla la empresa Loggia, responsable de la gestión y la explotación del emblemático inmueble que se enclava en el islote del mismo nombre bañado por aguas del Océano Atlántico.

"Como Aníbal y Julio César, Gabarre se inspira en ese maravilloso entorno marítimo, en las murallas defensivas de la fortaleza, en la cultura fenicia, en el origen mitológico de esta estructura rehabilitada y en las tradiciones de los pobladores de esas costas, como la pesca tradicional del atún como medio de vida y los atunes mismos", describre Paki Llamas, que da a conocer la propuesta del pintor. Este material es lo que el artista ha intentado plasmar en los 33 paneles que ha elaborado y que ahora decoran este castillo histórico, ya declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949. De esos paneles , 22 son letras, mientras que en los restantes pueden verse dibujos alegóricos.

Antoni Gabarre ha dedicado una parte de su vida artística al voluntariado. Como muestra de ello, el proyecto de rehabilitación de instalaciones de animales en el Zoobotánico de Jerez en el que participó y la iniciativa Coloreando, en la que continúa actualmente en el Hospital de esta misma localidad gaditana.

Ahora, el proyecto Atunes, en el que colabora con Loggia, le ha traído hasta el castillo de Sancti Petri. "La iniciativa se extiende navegando hacia la fortaleza desde los muros del poblado del mismo nombre -situado en Chiclana- donde comenzó Antoni este trabajo de voluntariado cívico como fórmula para despertar conciencias de cuidado y conservación de espacios deteriorados", explica Llamas sobre este nuevo paso artístico del muralista.

El castillo vivió hace unos años unas obras que permitieron recuperarlo para el disfrute de los ciudadanos. Son muchas las personas que durante el verano -y no sólo durante esta temporada del año- visitan el lugar para conocer un rincón vinculado, según la mitología, a Hércules. Una anécdota que Gabarre añade a esta propuesta artística para demostrar "una vez más que el arte no tiene precio".

"Una simple llamada y una petición de colaboración de la empresa que gestiona el lugar, Loggia, hace que ponga su tiempo, dedicación y amor por el trabajo de muralista en marcha", defiende Paki Llamas. El resultado es un homenaje a los orígenes fenicios de la fortaleza, con imágenes que recuerdan esos tiempos, hasta se puede observar una grafía que se reconoce como alfabeto fenicio. El soporte son paneles preparados con un fondo color púrpura, "color simbólico para ese pueblo", sobre el que están las letras color oro. La idea es destacar el valor del conjunto. "Sin duda un buen reclamo para no salir del castillo sin una foto al lado de la letra que más le inspire al visitante", propone Llamas.

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