La comunión entre la pintura y la cerámica

Esta sevillana afincada en Extremadura ha desarrollado un prolífica carrera que le ha llevado a trabajar tanto en la cerámica como en la pintura con éxito

La comunión entre la pintura y la cerámica
La comunión entre la pintura y la cerámica
Ana Fernández

13 de enero 2011 - 01:00

Perteneciente a la entregada generación de artistas formada en la antigua Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, María Isabel Gómez Oñoro siempre tuvo claro que su vida giraría en torno a la pintura, el dibujo y la cerámica. Objetivo cumplido. Cuarenta años de profesión avalan un trabajo artístico que comenzó centrado en la cerámica: "Tuve mi propio taller en San Juan de Aznalfarache, pero durante un periodo terminé abandonando la escultura; ahora, en breve, la volveré a retomar". Distintas exposiciones -en Sevilla, entre otros lugares, en La Carbonería- y un puesto como finalista en la Bienal de Vaulloris, en Francia, son el fruto de su actividad como ceramista, aunque la artista reconoce que su afición por la pintura y el dibujo le viene de cuna. En los últimos años, la pintura se ha convertido en el centro de su trabajo, "al que dedico todo el día". Su estilo figurativo y temas (centrados, sobre todo, en paisajes, bodegones...) ha convencido a galeristas y público que ven en sus obras imágenes naturales, cotidianas, que encuentran en el color y en sus formas simples la personalidad de esta sevillana, que en 2006 decidió instalarse en Extremadura. "Aquí encuentro la tranquilidad de la naturaleza y estoy lo suficientemente cerca de Sevilla como para plantarme allí en algo más de una hora", cuenta la pintora, que acaba de clausurar en una hospedería de Llerena (Badajoz) su última exposición, Interiores con bodegones.

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