Sus respectivas profesiones nada tenían que ver con el diseño pero sus espíritus inquietos y su experiencia como madres las empujó a iniciar una nueva etapa en el sector de la moda infantil. Carmen Bizcocho de la Puerta y Marta Rubio Ponce diseñan, confeccionan y venden sus propuestas para los más pequeños bajo la firma Sophie Moda Infantil que, con apenas unos meses de vida, ya está dando mucho que hablar.

La crisis obligó a estas jóvenes sevillanas, procedentes del sector de las finanzas y el comercio exterior, a tomar impulso y emprender su propio negocio. Todo surgió de la forma más casual imaginable pero en poco tiempo lo que comenzó siendo una idea se convirtió en una realidad. "Las dos somos madres de niños y siempre habíamos notado la poca variedad de prendas que había en las tiendas", explica Carmen. "Fue así como decidimos diseñar ropa para niños y niñas y ofrecerla a un precio razonable, algo también difícil de encontrar hoy en día".

En un taller que hace también las veces de showroom en el número 12 de la calle Recaredo, las empresarias empezaron a dar forma a la firma y lanzaron el pasado mes de enero su primera colección. "Las dos estamos presentes en todo el proceso de creación desde el primer boceto hasta la venta directa", asegura Carmen. Por el momento, continúa, "vendemos directamente al público aunque ya estamos preparando una colección para el año próximo dirigida a varios puntos de venta". El boca a boca, multiplicado por el efecto de las redes sociales, ha hecho que en poco tiempo la firma cuente con un buen número de seguidores. Además, Sophie Moda Infantil está presente en multitud de mercados y zocos de dentro y fuera de Andalucía -Madrid y Barcelona son algunos ejemplos-, hasta donde se desplazan las empresarias para dar a conocer y vender directamente sus propuestas. Su próxima cita es este mismo fin de semana en el zoco que se inaugura en Sevilla, en el Parque de María Luisa.

Sophie Moda Infantil propone, según cuenta la propia Carmen, "piezas con cortes clásicos que huyen de un efecto recargado pero que sugiere un cierto toque vintage". La máxima de la firma es que "los estampados y las telas hablen por sí mismos" consiguiendo así que los niños "vayan a la moda sin tener que renunciar a la comodidad que merecen". Vestidos, camisas, pantalones, bañadores o pololos -un clásico de la firma- que se alejan de las típicas combinaciones y que a veces se salpican con tonos poco frecuentes para los niños como el gris, el maquillaje o incluso el negro. Aunque la colección abarca diseños para niños desde la primera puesta hasta los 7 años, también diseñan por encargo para cualquier edad.