Tinto, blanco, seco, semidulce, de la casa...Sevilla cuenta, entre sus calles, con numerosas tabernas de toda la vida en las que se puede degustar un buen vino para casi cualquier gusto y que, por lo general, puede pedirse acompañado de una tapa de embutidos, al mas puro estilo del bar tradicional.

Estos espacios han mantenido la esencia de lo tradicional conjugándola con vinos de diferentes partes del territorio nacional e, incluso, internacional, que invitan a hacer una parada para hacer una buena degustación de alguno de ellos. Entre las tabernas más famosas de la capital en Vivir en Sevilla hemos seleccionado cinco que tienen un recorrido especial en la historia de la ciudad.

El Rinconcillo

Se trata de un bar ubicado en el número 40 de la calle Gerona, en pleno centro de la ciudad, que tiene cuatro siglos de historia a sus espaldas. El bar abrió sus puertas cuando reinaba en España Carlos II y desde entonces, han pasado por el trono 15 reyes y cuatro dinastías: Austria, Bonaparte, Saboya y Borbón. 

El Rinconcillo está considerado, según recogen los documentos de la época, el bar más antiguo de España y el cuarto más longevo de toda Europa. Aunque realmente la taberna mas antigua es Las Escobas, que data de año 1386. 

Taberna Manolo Cateca

En esta taberna, propiedad de Manolo Cateca, hay una amplia variedad de vinos de Jerez en un local especialmente pequeño. Su mostrador está alicatado con azulejos y las botellas llenan las paredes en un establecimiento en el que también se pueden pedir conservas, chacinas, quesos e incluso algún guiso casero. 

El local es centenario. Se fundó en 1920 con el nombre de «La Goleta». Manuel Rodríguez, Cateca, como se le conoce en Sevilla, se hizo cargo del establecimiento en el año 2013. 

Bodeguita Romero

Situada también en el centro de Sevilla es uno de los templos del tapeo de la zona. Este bar lo fundó el matrimonio compuesto por Pedro Romero Marín y Ángeles Díaz en el año 1977. En él destacan sus papás aliñás y su interesante carta de vinos, que elaboró su hijo, Alejandro Romero. 

Casa Morales

Este establecimiento se erigió a mediados del siglo XIII, primero como bodega de vinos y despacho y luego como una de las tabernas más populares del Casco Antiguo de Sevilla. En uno de sus comedores todavía están las tinajas que servían para envejecer el vino, que sigue teniendo un peso importante en la oferta del local. De aquí es famoso su montadito de pringá.

Bodega Dos de Mayo

Este bar ubicado en la Plaza de la Gaviria de Sevilla es famoso no solo por sus tapas sino también por su amplia variedad de vinos. Tan es así que es difícil coger mesa en su terraza. La familia Gutiérrez regenta el establecimiento desde el año 1985, conservando elementos típicos de las tabernas sevillanas, como los jamones colgados por sus paredes paredes. La carta de vinos está muy cuidada e incluye descripciones de cada uno e incluso foto de la etiqueta.