La Movida fue un movimiento contractual que se originó, principalmente, en Madrid durante los primeros años de la Transición española y que se extendió hasta mediados de los años 80. Sin embargo fue tal la repercusión que tuvo que este movimiento se trasladó hacia otras ciudades como Vigo o Bilbao y se extendió incluso hasta los 90.
A menudo se asocia a la Movida con las numerosas bandas musicales que surgieron en ese entonces. Sin embargo, este movimiento fue mucho más allá de la música.
Y es que como consecuencia de la muerte de Franco los entonces jóvenes, principalmente de Madrid, comenzaron a experimentar una época de liberación cultural e ideológica en la que la homosexualidad o el consumo de drogas dejaban de ser un tabú. Esto llegó acompañado, como consecuencia, de nuevas formas de expresión artística, de vestimenta y de vivencia de las relaciones que rompían los esquemas tradicionales.
La Movida sevillana
Aunque en Sevilla la Movida llegó de manera mucho más tímida, lo cierto es que la ciudad también tuvo sus particularidades respecto a esta etapa más disruptiva en la historia de España.
En la década de los 80, Sevilla, al igual que otras ciudades, pasó a ser un reflejo de las necesidades y tendencias de una generación de jóvenes que habían vivido el Franquismo. En esta etapa discotecas y bares de copas pasaron a ser los principales lugares de diversión para esta generación.
Era la continuidad de un decenio anterior, donde desde 1978 la mayoría de edad pasaba de los 21 a los 18 años, y los adolescentes de forma más masiva y libre, hallaban nuevos puntos de encuentro y experimentación. De esta manera las tribus urbanas emergían fuertemente influenciadas por los estilos musicales de sus ídolos (punkis, heavys, rockeros, breakers...).
Los Remedios, el barrio con más bares
Sevillanas y techno
Este movimiento bebió de la influencia artística de lugares como Italia, por lo que era común ver luces de neón en tonos azules en los lugares de moda.
A pesar de que se empezaban a instalar en el país estilos musicales electrónicos como el techno, lo cierto es que en Sevilla su incorporación al mundo de la noche compartió espacio con el flamenco y las sevillanas, que se seguían escuchando por aquel entonces en los lugares de ocio nocturno.
El declive de la Movida
En el año 1987 se comienza a aplicar en algunos de estos lugares el derecho de admisión, en muchos casos de forma ilegal e injusta. Este periodo coincidió con el declive de Holiday, Piruetas, Hola Ola o Groucho, en el Arenal y con el cierre de muchos de estos bares que ya no se entendían como sitios de reunión.
La aparición, ya en 1988, de la llamada “música de importación”, que se corresponde con el conocido bakalao o el acid house dio pie a que las discotecas ya solo se empezaran a concebir como lugar para bailar y beber.
La posterior masificación de Sevilla en los años 90 unida al proceso de globalización que vivió la ciudad, especialmente con la Expo92 dio lugar al fin definitivo de la movida hispalense.
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