La Gran Vía de Madrid está de enhorabuena, Anastasia estrena segunda temporada y lo hace con el teatro a rebosar. Son muchos los fans de Andalucía los que se acercan hasta la capital para poder disfrutar de una tarde de ensueño.

Una vez que se cruzan las puertas del Teatro Coliseo el espíritu de la gran duquesa de Rusia invade a sus huéspedes. Desde la minuciosa decoración del hall hasta las butacas, Anastasia se ha adueñado de un pedacito de Madrid y no quiere irse, por suerte para los aficionados del teatro. 

La obra consta de dos actos de poco más de una hora cada uno, aunque una vez levantado el telón el tiempo vuela y las emociones se desbordan. Los actores que protagonizan este musical se suben cada día al escenario para dar lo mejor de sí mismos, y lo consiguen, ya que el espectador es capaz de percibir el entusiasmo y la entrega que cada uno pone en su personaje. 

Final de la escena que tiene lugar en un cabaret de París

Justo ahí reside la magia, como dice Javier Navares , que encarga el personaje de Vlad, el espectador tiene que sentir que es la primera vez que esa escena está sucediendo y no que parezca algo rutinario. En el caso de Anastasia, parece que se estrena a diario. 

Decorado y vestuario

La trama del musical permite descubrir un vestuario que es una preciosidad y está cuidado al mínimo detalles, intentando refleja cómo vestían en aquella Rusia de los Romanov y cómo fue cambiando la indumentaria una vez que los zares fueron asesinados y que termina en el París de los años 20. De hecho, cada pieza está confeccionada a medida para cada intérprete y les permite tener libertad de movimiento para bailar en cada pieza. 

Uno de los elementos que cautiva al público es el decorado porque el escenario tiene vida y está en constante movimientos, dándole así mucho más realismo a lo que sucede. Cada detalle es importante desde el minúsculo diamante que guarda Anastasia hasta los panfletos de propaganda que están en ruso.

Escena del viaje que hace Anastasia desde Rusia hasta París.

Música en vivo

Además del constante rotar del escenario, el espectador se ve envuelto en la trama gracias a los músicos que desde abajo del escenario hacen vibrar el suelo y haciendo sentir a los presentes cada una de las reacciones que se van desarrollando a lo largo de las dos horas y media que dura el musical. 

Los amantes de la buena música en directo no pueden dejar escapar la ocasión de ir a Madrid y dejarse seducir por un elenco de buenos y sobresalientes actores que dan en cada actuación lo mejor de ellos, a pesar de que los fines de semana hagan doblete. 

Vlad y Lily durante su reencuentro

Tanto Íñigo Etayo (Dimitry) como Jana Gómez (Anya- Anastasia) confiesan estar viviendo un sueño con esta segunda temporada y es que no podían imaginar que el año pasado cuando entraron en el Teatro Coliseo iba a ser por tanto tiempo. Esta segunda temporada la afrontan con mucha ilusión y con gran responsabilidad, porque no quieren defraudar a aquellos que vienen con grandes expectativas y porque saben que acudir a este espectáculo supone un esfuerzo económico para muchas familias que vienen a verlos. 

La gran producción que tiene este musical impide que pueda recorrer la geografía española, aunque el sueño de Silvia Luchetti (Lily) sería hacer una gira por toda España con Anastasia. Sin lugar a dudas, aquel que quiera vivir una experiencia inolvidable no puede dejar escapar este musical, haciendo de él el regalo perfecto, ya sea para un cumpleaños, aniversario o de Navidad.