El teatro hace escuela

En las instalaciones del Colegio Santa Ana se fundó hace casi una década la Asociación TomaTeatro. Desde entonces, múltiples han sido sus montajes y las enseñanzas obtenidas de esta compañía de la que se han nutrido profesores, alumnos, padres y antiguos alumnos del centro ubicado en Los Remedios. Consolidada como grupo teatral desde hace tres años, la última de sus puestas en escena fue Don Juan Tenorio. Entre sus méritos destaca que el arte dramático haya llegado a la escuela en forma de asignatura.

Gustavo García es el director de un proyecto del que reseña que es "una iniciativa que ha provocado que muchas personas se aficionen al teatro". Con el musical La Isla del Tesoro arrancó la andadura del grupo que, entre otros títulos, ya ha interpretado La venganza de Don Mendo, Pic-Nic de Fernando Arrabal, No te bebas el agua de Woody Allen, Los 80 son nuestros, y prevé el ambicioso proyecto de subir a las tablas Los Miserables. "Todos los cursos montamos una obra nueva, pero también reponemos otras ya estrenadas. Hemos llegado a representar hasta seis obras en un sólo curso", afirma Mariano Mejías, actor y ex alumno del colegio.

En la actualidad, el grupo ensaya los sábados y actúa tanto en las instalaciones del centro educativo como en teatros locales y provinciales que ya han visto la maestría de este elenco de actores que, "aunque no somos profesionales, sí lo parecemos", comenta el director.

Con el paso de los años, se han ido incorporando nuevos integrantes a la compañía, por lo que se decidió dividir a los componentes según sus edades. Hoy existen tres grupos: los pequeños (hasta Secundaria), el intermedio (de 18 a 35 años) y los veteranos. En el último de los grupos se incluyen padres de alumnos que se han querido sumar a la iniciativa. "Cada grupo monta su propia obra, pero en espectáculos de envergadura coinciden, si los papeles lo requieren, distintas edades", cuenta el director que apunta cómo los más pequeños ensayan los viernes, "coincidiendo con los padres, con el fin de conciliar horarios".

Una treintena de personas, entre actores y técnicos, conforman el cuerpo de TomaTeatro. Aquí todo es voluntad y voluntariado. "Nos autofinanciamos con la venta de las entradas y cada cual aporta su granito de arena. Hay que hacer un poco de todo, desde el diseño de entradas o carteles al montaje o la iluminación", comenta Mariano Mejías, que encuentra en la inquietud y el gusto por el teatro las claves para manterner vivo este proyecto. Una pasión que se abre también a quienes no forman parte del colegio y que dejan su huella en Santa Ana.