Una vida entonada entre nanas y acertijos

En Rosal de la Frontera nació hace más de 20 años la relación de esta profesora de inglés con la escritura. "Fue mi primer destino como profesora. Cuando hace tres años se publicó Nanas de Luna quise que la presentación fuese allí y acudieron muchos de los que entonces eran mis alumnos. Aprendí a ser maestra con ellos y yo les enseñé a leer y a escribir con poemas". Textos que ella misma escribía en ocasiones, y que, una vez jubilada, se decidió a publicar. Con el aprendizaje y la admiración a los grandes como Gloria Fuertes, Alberti o Machado, Luisa María Martín comparte hoy una de sus nanas, la que da título al libro, con estos maestros en El Gran Libro de las Nanas, "todo un privilegio para mí". Una treintena de estos poemas, hoy convertidos en nanas, componen una obra tan natural y dulce como su propia autora, quien siempre vio a sus piezas acompañadas por música. Este deseo se hizo realidad de manos del músico Juan Pin y contó con la colaboración de la cantaora Tina Pavón y el guitarrista Manolo Herrera. Tanta ilusión puso en este primer proyecto, ilustrado por la profesora, que se animó a publicar un segundo, en esta ocasión de adivinanzas, Adivitijos. Divididos por temas, los acertijos se suceden a un ritmo que los dota de musicalidad. Ambas iniciativas han sido bien acogidas por la comunidad educativa. A Luisa María le vale con entonar sus nanas y adivinanzas en los talleres que imparte ante su público preferido, los niños.