Un hombre de 80 años mata a su mujer con un arma blanca y luego se suicida

Sucesos

Las hijas del matrimonio descubren los cadáveres en el interior de la casa. La mujer, cuyo funeral se celebra en la parroquia de San Bartolomé, presentaba un corte en la cabeza.

Emilio Gómez

16 de junio 2013 - 13:24

Domingo negro en Pozoblanco. La Guardia Civil investiga la muerte de un matrimonio de 80 y 81 años en el interior de su vivienda, en la calle Muñoz Sepúlveda, con la hipótesis principal de que podría tratarse de un nuevo caso de violencia de género, según la hipótesis principal que baraja la Guardia Civil, informó ayer la Subdelegación del Gobierno. Fueron los propios familiares de los fallecidos quienes ayer por la mañana encontraron los cadáveres y a las 10:45 dieron el aviso al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112.

Según pudo saber El Día, una de las hijas acudió con su marido al domicilio de sus padres y al comprobar que no les abrían la puerta llamó a su hermana, quien guardaba unas llaves de la casa. Decidieron entrar, pues en la noche anterior sus padres no le habían cogido el teléfono. Y el hallazgo fue aterrador: Remedios B. M., de 81 años, yacía en el salón de la casa y a escasos metros, ya en el patio, estaba M. H. R. en el suelo, también fallecido. En el domicilio se vivieron momentos de gran dolor de familiares y allegados, que acudieron en apoyo. La calle fue un ir y venir de vecinos. Nadie daba crédito a lo ocurrido.

La mujer presentaba un corte en la parte posterior de la cabeza que pudiera haber sido producido con un arma blanca, posiblemente un pequeño hacha o un machete. Junto a la mujer había un enorme charco de sangre. Ya en el patio, a unos tres metros de ella, yacía el cuerpo sin vida del hombre sin signos externos de violencia. Los investigadores barajan que podría haberse suicidado, posiblemente con fármacos, pues al parecer se encontraba en tratamiento psicológico. Fuentes próximas al caso informaron de que la hipótesis principal es la violencia de género: tras supuestamente dar muerte a su mujer, el presunto agresor habría decidido quitarse también la vida.

Algunos de los vecinos de los fallecidos afirmaban ayer "que el hombre no tenía una buena relación con su mujer". "Era una persona muy rara, que hacía padecer mucho a su mujer", indicaban otros. Sobre la mujer, en cambio, señalaban "que era una persona buena que había aguantado muchas cosas a su marido".

El suceso pudo producirse el viernes por la tarde, ya que sus hijas hablaron con ellos por teléfono en el mediodía del viernes. En torno a las 21:30 de ese día, la pareja de ancianos no respondió a las llamadas de teléfono, pero sus hijas creyeron que ya estaban dormidos.

Hasta el lugar de los hechos acudieron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, mientras que el juzgado de instrucción decretó el secreto de actuaciones sobre el suceso. Los agentes de la Policía Judicial llevaron a cabo la inspección de la vivienda hasta pasadas las 15:45; el forense, que llegó al escenario del suceso a las 12:45, permaneció en el interior del domicilio cerca de tres horas. Los investigadores revisaron no sólo el interior de la vivienda, sino también alguna casa colindante para descartar y tener en cuenta cualquier posibilidad. El instituto armado precintó la calle, al trasladarse allí numerosos vecinos de la localidad para conocer los hechos en primera persona.

El matrimonio fallecido residía en el número 55 de la calle Muñoz Sepúlveda. El entierro de la mujer se celebrará hoy lunes a las 18:00 en la parroquia de San Bartolomé de Pozoblanco; el hombre será incinerado. Los cuerpos de los fallecidos fueron traslados en la tarde de ayer al Instituto Anatómico Forense de Córdoba.

De confirmarse definitivamente que se trata de un caso de violencia de género, Remedios B. M. sería la víctima número seis de la violencia de género en Andalucía en lo que va de año. La última fue una joven jerezana de 22 años, que resultó apuñalada por su expareja, con quien tenía un hijo de un año de edad. En Córdoba, se trata de la segunda víctima de 2013. El anterior hecho luctuoso se produjo el 22 de mayo en la barriada periférica de Alcolea, en Córdoba capital, cuando un individuo mató supuestamente a su mujer, de 51 años, golpeándola con un atizador de brasero. El presunto asesino también utilizó este objeto de hierro para agredir a su hermano, que vivía en la planta superior de la vivienda. Ni la víctima de Pozoblanco ni la de Alcolea habían presentado denuncias previas por maltrato.

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