Un católico del Bronx que busca su sitio en Sevilla

Holland se destapó por fin en el partido ante el Gran Canaria y asume el reto de ser el referente en ataque. "Entiendo que los resultados generasen dudas, pero que nadie se preocupe".

Holland bota el balón durante un entrenamiento en el pabellón San Pablo.
Holland bota el balón durante un entrenamiento en el pabellón San Pablo.
Pablo Salvago / Sevilla

25 de octubre 2012 - 05:02

La fuga de talentos en verano dejó huérfana a la afición sevillana de un icono, un referente como en su día (más reciente) fueron Ellis o Calloway. El Cajasol cuenta con un jugador que lo es, o lo fue, en la Universidad de Boston y en Roanne. Ser el máximo anotador (2010) y el mejor jugador (2011) de la Conferencia Este de la NCAA no está al alcance de muchos. "No soy distinto a ese jugador", dice John Holland, que tiene claro que lo que se vio ante el Gran Canaria, colectiva e individualmente, se asemeja más lo que será el resto de la temporada que lo que se apreció en las tres primeras jornadas: "Somos un equipo joven con muchos jugadores nuevos. Es normal que necesitemos un tiempo para acoplarnos y eso se consigue, sobre todo, jugando. Los entrenamientos ayudan, pero los partidos marcan la mejora".

Debutante en Europa el curso pasado en el Chorale Roanne francés, Holland pudo quedarse en la LNB gala. Pudo renovar y tuvo una propuesta del Gravelines, pero apostó por España. "No había mucho que pensar. La ACB es de las mejores ligas del mundo y la propuesta era de un gran club. Quería probarme en un gran campeonato y en un buen equipo. Y aquí estoy", señala el del Bronx, un católico que preguntó al llegar ¡si había alguna iglesia católica en la ciudad!

"Además, sabía que había un gran entrenador que ha ganado todos los títulos posibles. Y me hablaron muy bien de la ciudad. Fue fácil decidirme", señala el escolta, quien considera que su explosión en la cuarta jornada no tiene nada que ver con que haya tenido problemas para adaptarse a España: "Es una liga diferente, con jugadores de mayor nivel, seguramente. Apenas acaba de empezar la temporada . Lo del Gran Canaria ayuda porque significa un paso adelante, pero no mío, sino de todo el equipo. Hay que entender que ante cualquier cambio uno necesita buscar su sitio un tiempo".

Quizá el problema es que en Francia jugaba de alero y en Sevilla de escolta. "No. Son roles distintos, pero realmente no supone un problema para mí. Creo, incluso, que como escolta juego más cómodo", insiste el protagonista,

¿Y cuáles son los males del equipo? ¿Por qué sufre tanto en defensa? "La verdad es que hemos defendido muy mal. Realmente no sé por qué no hacemos lo mismo que en los entrenamientos. Vimos repetidos el partido contra Estudiantes y nos dimos cuenta de mucho errores. Hay jugadores internacionales, de calidad, pero tenemos que aprender a jugar juntos, a conocernos. Entiendo que los resultados generasen dudas, pero que nadie se preocupe", asegura, ya que poco a poco, como ante el Gran Canaria, se ven síntomas positivos: "Se vio otra cara, pero tenemos que seguir mejorando. Y para eso hay que machacarse, trabajar duro", explica el americano, aunque con nacionalidad puertorriqueña -ya jugó con la selección-. "Mi madre es de Puerto Rico", insiste el jugador, que, como todos, sueña con probar en la NBA, a pesar de no salir elegido en el draft de 2011.

Mientras le llega el momento, espera disfrutar en Sevilla deportivamente: "A pesar de la juventud, el equipo puede dar mucho más y lo demostrará. Por eso disputar la Eurocup nos ayudará a mejorar, no será un problema. Al contrario, -"estoy deseando volver a Francia", dice-. Tenemos nivel para hacerlo bien en la ACB. Chicos como Porzingis o Radicevic tienen unas condiciones increíbles y es bonito trabajar con ellos y ver cómo mejoran con Aíto y la ayuda de todos". ¿Y en lo personal? "Lo que conozco de la ciudad me encanta. Es distinta al Bronx, pero me gusta".

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