Ondrej Balvin nació en Usti Nad Labem (República Checa) hace 22 años (20-09-1992), cuando la Expo 92 encaraba su recta final. Mientras practicaba fútbol -lo probaron como portero y encajó 20 goles- o voleibol, no imaginaba que se haría jugador profesional en Sevilla, una ciudad que no conocía y que ahora siente como su casa viviendo en el centro tras cinco campañas. Con sólo 22 años es el que más tiempo lleva en la plantilla, aunque no sabe aún si su futuro seguirá ligado al club.

-Otra temporada más que al equipo le cuesta arrancar.

-Sí, parece que es lo normal en los últimos años. Es normal también porque cada curso se cambian muchos jugadores, éste más que nunca, y necesitamos más tiempo para conocernos.

-Y en este curso, además, se ha cambiado hasta de entrenador.

-Es un estilo diferente al que los jugadores tenemos que acostumbrarnos. Cuando nos conozcamos mejor, los resultados llegarán.

-Qué ha aprendido de cada uno de los técnicos que ha tenido?

-Plaza me enseñó a trabajar en grupo. Él me decía: "Eres el más joven. Cállete la boca y a trabajar", porque me picaba en los entrenamientos con los compañeros; Tabak me ayudó mucho en el juego interior; Aíto no sólo me hizo mejor jugador, sino también me ayudó a crecer como persona, a tener la cabeza en su sitio y a no vivir sólo en el presente. Con Roth todo es distinto. Nos exige mucho y eso es bueno para nuestro futuro.

-¿Y Diego Ocampo, al que se enfrenta mañana?

-Ocampo nos va a querer matar, seguro. Me encanta. Es buena persona y un gran entrenador, como está demostrando en Murcia. Siempre me ayudó dentro y fuera de la pista. Será un duelo difícil, porque nos conoce bien.

-¿Norris dijo que le faltaba actitud en los entrenamientos?

-Bueno, en parte puede tener razón. No estuve bien las últimas semanas, con algunos problemas en la cabeza. Con Roth se entrena con más intensidad que con Aíto. Quiere que seamos duros en las prácticas. Empecé bien, pero tuve problemas para mantener el mismo nivel y después tuve un bajón de confianza en mí mismo. Volveré a mi nivel".

-¿Ha superado el bache tras el partido contra el Charleroi?

-Me ayudó mucho Berni, la verdad. Trato de empezar de cero. Tener un rol importante no es algo que sea un problema para mí. Ya en la selección fui de menos a más y demostré al seleccionador que tengo nivel para jugar. Aquí espero que pase algo parecido. Me dieron caña y agaché la cabeza. He comprendido que, pase lo que pase, debo levantarla siempre y no hundirme.

-El público lo reclamó el otro día.

-Me sentí bien, pero me concentré en mi trabajo. Jugamos mal, porque debimos haber ganado de 20 puntos. Intenté hacer lo mejor para el equipo, sin pensar en mí, pero las cosas me salieron bien, y eso que entré con el resultado ajustado y que siempre fui mejor defensor que atacante.

-¿Cómo afecta al equipo la situación singular de Roth?

-Es buen entrenador. Estoy al cien por cien con él. A lo mejor el problema es que venir de la NBA y acostumbrarse a Europa es más difícil que al contrario. Me sienta mal ver pancartas de "se busca entrenador". Ahora la afición debería estar con nosotros y no ir contra nosotros. Quizá a la gente le cuesta entender todos estos cambios, pero vamos a mejorar.

-Tanto Roth como Norris insisten que la juventud es un problema, pero el año pasado eran más jóvenes, ¿no?

-Sí, esta temporada tenemos a gente más veterana. Para Norris ésta es su primera experiencia y Roth entrena en Europa por primera vez. Ellos no están tan acostumbrados a trabajar con un equipo tan joven. ¿Qué problema hay con los jóvenes? Cuando nos adaptemos a ellos y ellos a nosotros, funcionaremos.

-¿Faltan jugadas para los pívots?

-Es cierto que jugamos mucho por fuera, pero tenemos sistemas para los interiores. Lo estamos hablando mucho. Somos dos equipos diferentes: uno en los entrenamientos y otro en los partidos. Si no cambiamos eso sabemos que tendremos problema.

-¿Deberían tener más peso en el juego los interiores?

-Creo que sí, pero ante rivales con más experiencia nos está costando. Tenemos buenos tiradores y, si las meten, hay que aprovecharlo.

-Usted es el más veterano de la plantilla. ¿No quiso ser capitán?

-Ni se me pasó por la cabeza. La capitanía está en buenas manos en gente con más experiencia y no en un joven mocoso.

-¿Qué hay de su renovación?

-Ahora sólo me preocupa mejorar. Mi agente y Galilea están hablando, pero todavía es pronto para pensar en eso. Quiero dar lo mejor de mí, porque estoy mal. Ya pensaré en eso cuando se acerque al final de la temporada.