Cuentas pendientes

A falta de 50 días para el comienzo liguero salió a la luz el calendario de la Liga Endesa y a buen seguro Diego Ocampo buscó rápidamente los dos emparejamientos con el CB Sevilla. Tras cinco años y medio trabajando de sol a sol en San Pablo, Jeffrey Meythaler y José Luis Galilea ni siquiera se sentaron con él para decirle que no pensaban renovarlo. Su larga etapa como ayudante con algunos de los mejores técnicos nacionales (Pedro Martínez, Joan Plaza, Aíto García Reneses) pertenece al pasado desde que le dio el sí al UCAM Murcia para comandar él la nave en su primera experiencia como entrenador jefe, que dicen los yanquis.

En el entonces Cajasol le prometieron que un día sería el preparador del primer equipo y, por circunstancias, esa decisión nunca se tomó. Salió sin hacer ruido por la puerta de atrás y ahora, en la cuarta jornada, su camino se cruza con el de su antiguo club. El UCAM Murcia es favorito por jugar en casa, por llevar dos triunfos y por la situación agónica de su rival nada más comenzar el campeonato y por eso precisamente le escama este enfrentamiento en el que entiende que tiene más que perder que cosas que ganar.

Con él se marchó de la mano Scott Bamforth y, aunque no lo diga abiertamente, está dolido por quedarse sin trabajo a la vera del Guadalquivir cuando cuajó una temporada sobresaliente. Los dos llegan a este duelo con cuentas pendientes y heridos en su orgullo. Después, el UCAM ha demostrado que quiere dar el brinco que tanto anhelan por aquellos predios desde hace mucho. Puede ser éste su año y sueñan con su estreno en la Copa o en el play off. De momento, empezó fuerte tumbando en el cuadrilátero al Valencia Básket y luego solventando su compromiso en Fuenlabrada antes de conocer la primera derrota la semana pasada en la cancha del Bilbao Básket.

Tiene una amplia gama de jugadores que deciden partidos: Neto y Cabezas, bases anotadores, son muy peligrosos; Bamforth, Wood y Kelati tienen muñecas muy finas, y por dentro cuentan con menos nombre pero Lima se exhibió en la primera jornada.

Más que mirar al oponente, Scott Roth, que sigue dando que hablar al rebajarle el cargo la ACB de ayudante a auxiliar, ha de centrarse en los suyos, aunque durante el partido deba mantener la boca cerrada y estar sentado todo el rato, un hándicap demasiado costoso para un plantel que está verde, nada cuajado.

En ataque ha quedado meridianamente claro que quien coja la bola dispone de carta blanca para hacer con ella lo que le plazca. Con Pullen nunca se sabe: lo mismo acribilla el aro contrario que divaga por la pista sin oficio ni beneficio; ojalá asome la primera versión. Radicevic, Urtasun, Berni, Byars, Porzingis, Oriola, Hernangómez y el renacido Balvin pueden hacer pupa, aunque como el partido vaya igualado, también está la amenaza de que el miedo se apodere de los jugadores, como ocurrió contra el Fuenlabrada el pasado domingo, no así en la Eurocup, cuando la gente de la casa se echó el equipo a la espalda.

Al UCAM habrá que frenarlo atrás porque sus capacidades ofensivas saltan a la vista y como de partida la defensa no sea intensa, poco habrá que rascar allí. Ayudaría también al equipo que Thames, a quien se mima para que supere la crisis del novato, demuestre que quiere hacer carrera en Europa.