Tras la quinta jornada y el quinto ridículo en la ACB, parece que nada cambiará en el CB Sevilla. El único que habla es Audie Norris, y obligado en las ruedas de prensa tras los partidos, porque el verdadero técnico, Scott Roth, no se sabe cómo siente y si padece y el resto de dirigentes ni siquiera se expresan ya por Twitter.

No parece, sin embargo, que se produzcan cambios inmediatos y el técnico norteamericano tendrá una nueva oportunidad el próximo domingo ante el CAI. Mucho trabajo tiene por delante un preparador que llegó con la vitola de especialista en defensa y que sigue comandando la clasificación de los conjuntos que más puntos encajan por partido, con una media de 90 puntos por choque. El CB Sevilla defiende con la misma anarquía con la que ataca y por ahí se le van muchas opciones, porque sus jugadores piensan más en el aro rival que en el suyo propio.

En cinco jornadas de Liga el cuadro hispalense ha disputado 20 cuartos. Sólo ganó tres, en apenas cinco encajó menos de 20 puntos, cuatro de ellos ante el Fuenlabrada; y en seis superó la veintena de puntos a favor, cuatro en San Pablo (tres en el estreno ante el Tenerife) y dos veces a domicilio. En la estadística +/- de la ACB todos los jugadores están en negativo y hay piezas del plantel que han involucionado respecto al rendimiento que ofrecieron la pasada campaña. Todos estos datos son una realidad innegable que dice poco del trabajo del entrenador a estas alturas.

El técnico norteamericano ni siquiera cumplió con lo dicho hace justo una semana cuando, tras la derrota en Murcia, anunció por boca de Norris que cambiarían cosas y que jugaría con una rotación de siete u ocho jugadores: desde entonces, dos encuentros contando con el de Eurocup en el que todos, a excepción de Gallardo en Roma, han tenido minutos. Las extrañas rotaciones siguen y eso no hace más que despistar a los pocos que están involucrados de verdad.