La austeridad, única vía posible

Fernando Moral se posiciona para liderar un proyecto con un presupuesto notablemente menor que convencería a Caixabank para flexibilizar las condiciones económicas de compra.

Scott Roth charla con Derrick Byars y Dane Watts al inicio de la pasada campaña.
Scott Roth charla con Derrick Byars y Dane Watts al inicio de la pasada campaña.
Juan De La Huerga Sevilla

18 de julio 2015 - 05:02

Las malas noticias acontecidas el pasado miércoles, cuando a medianoche no se cerró la venta del club con un comprador, supusieron un latigazo para el futuro del Club Baloncesto Sevilla, que sin embargo aún no está muerto y que puede encontrar vías todavía de salvación, pese a que todas ellas pasen por un acuerdo con Jeffrey Meythaler, dueño de la entidad, bajo la tutela de Caixabank.

Varias fuentes del club se atreven a pronosticar que el CB Sevilla, o comoquiera que se llame cuando llegue el momento, saldrá en octubre en la lista de 18 equipos que conformarán la próxima edición de la Liga Endesa. De hecho, más de uno considera que si Fernando Moral, quien lleva callado más de dos meses sin decir ni mu a pesar de la crítica situación, va a comparecer ante los medios de comunicación el próximo martes, será por la simple razón de que hay alguna fórmula para mantener en pie a la sociedad, al menos por un año.

De hecho, el presidente, que quiere seguir siéndolo y con facultades ejecutivas, se ofreció en la primera quincena de julio a Caixabank para que las acciones pasaran a su control en caso de que fuera necesario para arrebatárselas a Jefferson Capital Funding a expensas de que fueran vendidas al mejor postor. Dicha operación no se produjo. Pero sí que es cierto que la negatividad que trasladaba el principal directivo del club el miércoles ha tornado y ya ve las cosas con mejores ojos, y no todo va a ser por la intervención del alcalde de la ciudad, Juan Espadas, para apoyar el futuro de una institución deportiva con casi 30 años de historia.

Algunos de los grupos que estuvieron reunidos con Caixabank esta misma semana continúan asomando la pata y preguntando sobre cuál es la coyuntura por si albergan aún esperanzas. El principal problema para que el banco no le vendiera el paquete accionarial a alguno de los compradores es muy simple: nadie ponía dinero encima de la mesa o el que adelantaba era meramente testimonial. Siendo ésta la situación, el horizonte se vislumbraba negrísimo. Sin embargo, asoma la posibilidad de que Moral lidere un proyecto -ya se estudiaría cómo articularlo jurídicamente para que Caixabank quede completamente desligado de él, excepto por un patrocinio quizás de dos campañas- en el que se rodee de algunos empresarios sevillanos y pueda salir adelante.

De ningún modo puede alcanzar los dos millones de euros (poco más de uno para la ampliación de capital y el resto posteriormente) exigidos por la entidad financiera, pero en dicho caso puede que flexibilice mucho las condiciones económicas para que eche andar el nuevo club.

Desde luego, la única viabilidad en esta tesitura sería rebajar notablemente el presupuesto y, por tanto, adelgazar las estructuras de una forma drástica, lógicamente con bastantes despidos.

Hay clubes como el Manresa, el Gipuzkoa o el Fuenlabrada que han rondado los 600.000 euros de presupuesto el pasado curso y, aunque tan dramática no fuera la cantidad en San Pablo, sí debería adaptarse a una cifra algo superior al millón. A partir de ahí, tendrá que potenciar muchas parcelas que han estado olvidadas o no muy duramente trabajadas durante tantos y tantos años, al socaire de que Caja San Fernando, primero, o Cajasol, después, siempre estaban detrás para tapar agujeros.

No fue así el caso en la última etapa de Juan Carlos Ollero en la presidencia, puesto que el club no sólo se ceñía al dinero que le otorgaba el banco, sino que además ahorraba con lo que le sobraba. Es más, Jefferson Capital Funding se encontró en caja cuando llegó más de medio millón de euros, obtenido por dichos ahorros que eran invertidos para que rindieran.

Los 850.000 euros netos que deja Porzingis, el patrocinio en torno al millón que continuaría dando Caixabank al menos un par de años y hallar la fórmula para obtener beneficios del marketing, aunque sea a pequeña escala, permitirían al club ponerse de nuevo en la parrilla de salida el próximo mes de octubre, amén de volver a disponer de la ventaja de no tener que pagar por el uso del pabellón, cedido por parte del Ayuntamiento, ni tampoco abonar nada a la Diputación por la residencia para los canteranos, que sí ha costado un buen pico la campaña anterior.

stats