El fin de un tormento. La solución sobre el futuro del CB Sevilla se resolvió este miércoles después de meses de angustias, negociaciones y reuniones que no llegaron a buen puerto. No era el desenlace esperado, pero fue feliz y así hay que contemplarlo. El club no desaparecerá tras volver a manos de su anterior dueño, Caixabank, que suscribió la ampliación de capital por un montante de 1.050.000 euros para recuperar las acciones y quitarle la propiedad a Jefferson Capital Funding, el nefasto grupo inversor que se hizo cargo el 13 de junio de 2014, a falta de la aprobación del Consejo Superior de Deportes, algo que no influirá en modo alguno en esta operación.

Caixabank salva sobre la bocina al Caja después de intentar por todos los medios que algún comprador de garantías aterrizara en San Pablo y otorgara cierta estabilidad deportiva e institucional a largo plazo. No hubo acuerdo con uno solo de la decena de aspirantes, así que el banco decidió volver para mantener al menos hasta el próximo verano a buen recaudo a una institución con cerca de 30 años de historia.

Ahora bien, es pertinente incidir en que Caixabank estará sólo de manera provisional hasta que halle la solución por la que puede deprenderse definitivamente de un club cuya titularidad nunca entró en sus planes, pese a que tuvo que hacerse cargo después de la absorción de Banca Cívica hace tres años.

Según fuentes cercanas a la entidad financiera catalana, el compromiso institucional, empresarial y social manifestado durante las últimas semanas debe ayudar a concretar, durante los próximos meses, una oferta inversora en el club con un proyecto profesional que asegure a largo plazo el futuro del baloncesto en Sevilla. Caixabank reafirma su intención de seguir vinculada al club a medio y largo plazo, pero como entidad patrocinadora, tal y como ha sido siempre su vocación.

Asimismo, desde Barcelona apuntan que en los últimos tres años el banco ha sido la única fuente estable de ingresos del club, invirtiendo 12,45 millones en el CB Sevilla y, asimismo, se compromete a continuar apoyando al club en las próximas temporadas si se encuentra un nuevo propietario que garantice un proyecto a largo plazo.

Las muestras de apoyo de la hinchada cajista recientemente en una manifestación en el centro de la ciudad o la implicación de diversas instituciones públicas, empezando por el alcalde, han sido puntos a favor para que el proyecto continúe su marcha. Juan Espadas fue el primero en felicitarse por la buena nueva: "Mi agradecimiento a Caixabank por su apoyo al @cdbsevilla. Sevilla se merece este club. Seguimos trabajando juntos por el baloncesto", escribió en las redes sociales el regidor hispalense, quien ayudará en la medida de las posibilidades del Consistorio, no directamente con dinero público, pero sí en facilitar acuerdos favorables para el uso del pabellón o, en el caso de la Diputación de Sevilla, para poner a disposición del club la residencia para los chavales que vienen de fuera.

Fernando Moral, que este miércoles estaba en Barcelona, seguirá como presidente, mientras que no hay noticias sobre el porvenir de José Luis Galilea, director general y deportivo, Francisco Viudes, responsable de Marketing, y Audie Norris, técnico del primer equipo, aunque todo indica que llegarán a un acuerdo con ellos para que se desvinculen de la entidad.

Moral lanzó este miércoles un mensaje de ánimo a la hinchada tras este final: "Se ha trabajado conjuntamente entre Caixabank y el club, y gracias a esta solución se garantiza el baloncesto la próxima temporada. Ya pensamos en la confección de la plantilla. El club necesita el apoyo de afición, agentes sociales, empresas... para tener viabilidad en los próximos años".